Shulamit Graber
Psicóloga clínica y terapeuta de pareja y familiar con más de 30 años de experiencia. Autora del libro: Agonía en la incertidumbre y Del sufrimiento al crecimiento.
TW: @shuly_graber
El dolor repercute de forma muy negativa sobre las funciones de cualquier ser humano generando un descenso significativo en su calidad de vida (trastornos del sueño, disminución del apetito, limitaciones de la actividad física, alteraciones de su vida social, etc).
Dolor y Depresión
El enfermo de dolor crónico modifica los conceptos sobre sí mismo, presenta cambios de humor repentinos, está menos activo, muchas veces permanece largos períodos de tiempo en la cama, cambia su dinámica vital y se altera también la dinámica familiar, etc.
Dolor y ansiedad
La ansiedad puede mantener la activación automática del dolor y facilitar la aparición de mayores síntomas, es por ello que hay una importante interrelación entre la experiencia de dolor y la ansiedad.
Nuestra personalidad en la percepción del dolor
Las problemas emocionales y sentimientos guardados muchas veces se convierten en enfermedades que podrían traer un síntoma físico. … Un estrés que no cuidas, que callas, una depresión que ignoras se manifiestan en tu cuerpo en forma de dolor y hasta incluso en enfermedades.
Dolores físicos que se traducen a un problema emocional
Hablamos de dolor emocional, cuando nos referimos a una profunda tristeza ante la pérdida de un ser querido.
Hablamos de sufrimiento, cuando dicha tristeza se convierte en una depresión que dura varios años y que generalmente involucra otros sentimientos (muchas veces inconscientes) de enojo, inseguridad, desesperanza, etc. y pensamientos como: «Es injusto», «no se lo merece», etc.
Pérdidas de hijos, seres queridos… que ocasionan mucho dolor y sufrimiento
Cómo sobrevivir con el duelo a espaldas.
1)Lo primero es no fijarse plazos, sino que vivir el presente. Este proceso seguirá su propio curso, dependiendo de la persona y del momento que vivía a la hora de sufrir la pérdida.
2)En segundo lugar, es importante exteriorizar los sentimientos, es decir, no creer que si no se llora no se sufrirá. Muy por el contrario, no hay que cerrarse al dolor, pues tarde o temprano termina por explotar, afectando tu cuerpo y mente.
3)Recurre a todos los recursos necesarios que te ayuden a convivir con tu dolor, ya sea a través de sicoterapias, grupos de apoyoliteratura, etcétera.
Etapas del dolor: Existen ciertas etapas dentro del proceso de duelo que tienden a repetirse en la mayoría de los casos,
Evitación: Se presenta una anestesia emocional, un rechazo a la noticia, una evitación que impide la aceptación de la pérdida como verídica. Es un verdadero shock. En esta etapa, se actúa de manera racional –no emocional- y luego es olvidado el período por completo.
Confrontación: Esta etapa es la más dura –que más cuesta resistir- y de mayor carga emocional, ya que implica tener que aceptar la realidad. Aquí es cuando muchas personas hablan de que les duele el corazón o el alma de pena.
Restablecimiento: Hay un gradual declinar de lo agudo y re-ubicación en el mundo real.
«El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional» decía Buda después de años de aprendizaje y meditación. ¿Es el sufrimiento realmente algo que podemos elegir? La palabra sufrir viene del verbo «sufferre» . «Ferre» quiere decir algo así como: llevar o soportar.
Aquí podemos añadir: Llevar o soportar un peso, una mochila que duele. Tanto el sufrimiento como el dolor son parte de la vida,
¿Cuál es la diferencia entre dolor y sufrimiento?
A veces los utilizamos como sinónimos pero son cosas diferentes.
El dolor es genuino, natural, legítimo y necesario para vivir y seguir aprendiendo y arriesgando cada día un poco. Cuando nos abrimos a la vida, nos puede llegar el dolor en cualquier momento. Al enamorarse, al tener hijos, al elegir una forma de vivir determinada, al hacer amistades, al perder a alguien, en todas estas ocasiones nos hacemos candidatos al dolor.
Por tanto, el dolor está presente en nuestra vida lo queramos o no. Normalmente el dolor se relaciona con una pérdida, con un duelo. Es una sensación que puede llegar a ser de corta duración si lo dejamos sentir adecuadamente.
El dolor es proporcional a la pérdida que tuvimos. Puede comprender varias emociones como por ejemplo, la tristeza o la rabia…
El sufrimiento en cambio, es una elección. Incluso a veces es una posición de vida. Una manera de mostrarse ante los demás.
El sufrimiento puede durar toda la vida, aunque el hecho que lo provocó ya haya pasado.
Ante el sufrimiento no solo intervienen emociones sino que también interviene los pensamientos, que pueden ser obsesivos, nuestras creencias.
¿Qué beneficios secundarios obtengo del sufrimiento?
Lo primero que te puede venir a la cabeza es que ninguno, el tema es que detrás de cualquier conducta hay un beneficio secundario. En el caso del sufrimiento, a pesar de que pueda parecer algo involuntario, también hay un beneficio oculto que es conveniente destapar para poder aprender a hacer algo diferente ante el dolor.
Negarme a vivir el dolor, defenderme del dolor
No responsabilizarme de mi dolor.
Buscar una persona que sea mi «salvador» y que me saque de mi sufrimiento
No aceptar la situación que me produce dolor. ¿Por qué a mí?
Ser víctima y manipular a mi entorno a mi antojo.
Atraer al «público» para llamar la atención y sentirme querido.
Quedarme como estoy, en el pasado sin moverme hacia el futuro.
Algunas personas abusan de estas posiciones y se quedan el víctimismo y en el resentimiento en lugar de responsabilizarse de lo que les está pasando. Es una posición que manipulación, tratamos de sacarle algún provecho o incluso creemos de forma errónea que sufrir nos concede derechos «especiales» o privilegiados.
«Sufrir es más fácil que actuar». -Bert Hellinger-
Hacerle frente al dolor
Ante el dolor, hay que abrirnos, aceptarlo, acogerlo y expresarlo para que lo podamos atravesar y pasar a la siguiente emoción.
¿Es el sufrimiento opcional? Sí en la medida que podemos ahorrarnos el sufrimiento de más, aceptando nuestro dolor, dándole un espacio y responsabilizándonos de él.
Para dejar de sufrir necesitamos. aceptar que estamos sufriendo, validar nuestro dolor y ver cuál es la ganancia secundaria que estamos obteniendo con ese sufrimiento.
pregúntate: ¿Te atreves a abrirte al dolor?
Sufrimos por muchas Pérdidas reales: Aborto, aborto espontáneo, divorcio pérdida, infidelidad.
¿Pérdidas ambiguas: no reales? Esas también ocasionan aún más dolor…por qué? El eterno recuerdo de que tengo algo mal.
¿Cómo honrar y dignificar una pérdida?
Eterna víctima, sí es una elección