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2024-12-22 08:27:56

Hablar para que mi pareja me entienda; escuchar para entenderl@

Para los que sienten que su pareja no los escucha, que ya no saben cómo comunicarse con el fulano o fulana.

febrero 3, 2021

Mtra. Lucrecia Villanueva Struck
Psicóloga. Tiene una maestría en Psicoterapia Individual y de Pareja. Tiene una especialidad en Psicoterapia Gestalt. Especialista en Coaching, Psicoterapia individual y de
Pareja. Es profesora en el ITAM

Muchos de nuestros problemas de pareja, tienen que ver con la comunicación. A pesar de que hablar es natural para casi todos los seres humanos, en realidad, no sabemos comunicarnos. Existe una diferencia abismal entre hablar y comunicar.

Recientemente estamos más tiempo en casa con las mismas personas, por lo que la buena comunicación es vital para nuestro bienestar emocional. Si nos comunicamos de manera efectiva, nuestras relaciones serán más armónicas, exitosas, amorosas, y menos dolorosas y frustrantes.

Comunicar representa dos retos fundamentales:
Expresar con claridad lo que quiero decir.
Escuchar con la intención de comprender, no solo de responder.

Cuando yo expreso
Para expresar mis ideas para que mi pareja entienda lo que quiero transmitir es importante considerar 6 aspectos importantes:

Genero un contexto y soy específico. Describo la situación de forma objetiva y clara. Por ejemplo: Si quiero pedirle a mi pareja que no deje la ropa tirada en el piso después de bañarse puedo decirle algo como: Juan, cuando terminas de bañarte te vistes y sales del baño dejando la pijama en el suelo. En vez de decir, Otra vez dejaste el baño hecho un cochinero, si digo esto, él no sabrá si ¿mojó todo el baño? ¿Hay lodo en el piso?…

Hablo de mis sentimientos con responsabilidad Yo soy responsable de lo que siento, el otro no me hace sentir así. Por lo tanto debo hablar dando “mensajes yo” hablo de lo que me sucede a mí. Por ejemplo: A mí me parece importante, en vez de… ES importante, esto es un comentario genérico, porque no necesariamente las prioridades son las mismas.

Hablo de mis necesidades con claridad: Hago peticiones claras y específicas, expreso lo que quiero, aquello que realmente me haría sentir cómoda, Ejemplo: en vez de decir quisiera que dejaras de ser tan desordenado, digo para mí es importante que pongas la pijama sobre la cama.

Expreso mis prioridades y valores ¿por qué eso es importante para mí? los valores son, lo que en última instancia genera en nosotros movimiento. Si para mi es importante el valor del conocimiento, estudiaré; si para mi es importante el valor de la salud, comeré sano y me ejercitaré… pero cada uno tenemos nuestras propias prioridades de acuerdo con valores, que no necesariamente tenernos conscientes. Incluso cuando amo mucho a otra persona nuestras prioridades no son las mismas, ni siquiera mis propias prioridades son las mismas que hace 10 años.

Evito emitir juicios: Existe una diferencia entre juicios de hecho como “la semana tiene 7 días, 3+3=6, el sol es una estrella… y los juicios de valor. Estos últimos califican las acciones o incluso a la persona misma, como adecuado/ inadecuado, correcto /incorrecto. Si una persona a la que amo genera un juicio de valor hacia mí fácilmente mi autoestima se verá afectada, especialmente si es repetitivo. Por lo que es de vital importancia evitar comentarios como “eres desordenado” “deberías trabajar más…”

Hablo en el lenguaje de mi interlocutor así como tenemos rasgos físicos diferentes: color de ojos, estatura… también tenemos un “cableado interno” genético que determina la forma como percibimos el mundo.

Por el momento, podemos hablar de dos tipos de cerebros: uno que tiende a observar los hechos, color, estatura, costo… y otro que tiende a sentir emociones.
Digamos que preguntamos acerca de una boda, el primer tipo de personas hará una descripción del evento en términos del vestido: color, elegancia… el salón: grande o chico, cuantas personas… La persona emocional hablará de lo emocionada que estaba la mamá de la novia, la energía, la alegría que se sentía…
Generalmente nos atrae una pareja que “nos complemente” es decir que tiene una forma de percibir el mundo de manera opuesta a la mía; lo cual genera innumerables problemas posteriores pues literalmente cada uno percibe un mundo diferente.
Comunicar lo que necesito incluyendo emociones y percepciones, datos, información concreta ayudará a tener cubiertas los dos estilos de percibir el mundo.

Cuando yo escucho
Tenemos el sentido del oído, pero permitir que las ideas del otro lleguen a mi pensamiento y a mis sentimientos es otra cosa completamente diferente.

¿Por qué es tan difícil escuchar?
Es natural que las interacciones que tenemos con otras personas nos generen sentimientos. A pesar de que no siempre estamos atentos a ellos.

Cuando estamos en una conversación con alguien importante para nosotros como nuestra pareja -o hijos, padres- las emociones son aún más intensas.
De acuerdo a Heen, Patton, y Stone en su libro Conversaciones difíciles; en cada conversación existen en realidad tres conversaciones simultáneas:
Lo que se dice: te pedí que trajeras pan cuando fueras a la tlapalería (lo olvidé)
Lo que siento cuando me lo dicen: siento enojo (me esté criticando otra vez)
Lo que digo de mi cuando me lo dicen, mi identidad (claro…no soy suficiente)

Es por ello que cada conversación que tenemos está llena de emociones, expectativas, interpretaciones y con frecuencia…confusiones.

Cinco puntos para escuchar con la intención de entender:
Escucho para entender, no para responder: Hemos aprendido a escuchar para responder rápido. Al tiempo que oímos, también tenemos un diálogo interno que está más centrado en lo que yo pienso o interpreto, que en comprender lo que la otra persona quiere decirme. Debo evitar que la conversación se convierta en competencia.
Parafraseo: Repito con mis propias palabras lo que la otra persona dijo; esto generará que se sienta escuchado y me dé mayor información o bien que corrija aquello que no entendí correctamente.
Si tengo dudas, Pregunto: De esta forma evito suponer: Haciendo preguntas como ¿Qué te pasó? Cuéntame más… Trato de comprender qué motiva a mi pareja a decir lo que dice.
El simple hecho de preguntar con interés en lugar de responder cambiará la dinámica de discusión a una posible conversación.
Recuerda que cuando tú te interesas en el otro, le regalas lo más importante en una relación de pareja: tu tiempo y tu atención.
Evito defenderme y culpabilizar al otro: Escucho con la intención de entender cómo contribuyo yo a esta situación. En las relaciones de pareja cada uno tiene el 50% de la responsabilidad de lo que sucede en ellas. Una excelente pregunta para hacernos a nosotros mismos es ¿Qué hago yo para que tu te sientas así?
Pongo atención al lenguaje no verbal: Además de sus palabras ¿Qué me dice con su tono de voz, postura…? Si tienes dudas, atiende al lenguaje no verbal. Este suele ser el más exacto. Con las palabras podemos mentir; el cuerpo, el tono de voz, la mirada dicen la verdad.

febrero 3, 2021