Gabriel Rolón
Psicólogo, psicoanalista, escritor. Egresado de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Historias de diván (Planeta, 2007), su primer libro de psicoanálisis, fue un éxito de ventas inusual en Argentina. Ha vendido más de 300 mil ejemplares. La serie de televisión Historias de diván basada en sus libros, y de la cual fue uno de los adaptadores y guionistas, además de ser distinguida por la Red Iberoamericana de Ecobioética de la UNESCO por su interés cultural y ético-social, es parte de los debates en distintos foros académicos.
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El amor
El amor como una construcción muy compleja.
Un trabajo que alguien decide hacer sobre sí mismo y sobre el otro.
El amor implica un acto creativo, porque el enamorado se crea a sí mismo y a la persona que ama.
Empieza a modificar actitudes, a ser distinto, a tratar de ver qué es lo que el otro desea de uno y cómo se hace para que nos ame.
Entonces uno se acomoda a eso y trata también de ver en el otro cosas que no tiene y trata de convencerlo de que las intente.
“El amor es una emoción que por un rato nos permite calmar la angustia de que estamos solos en el mundo, cuando es sano”
Amor sano
Se trata de no necesitar al otro, sino de desearlo. De saber que sin esa persona alguien podría vivir igual, pero que aun así, elige hacerlo con ella.”
Una pareja sana es la unión de dos personas con vida propia.
Amor enfermo
El amor no siempre es esa linda sorpresa que te espera a la vuelta de la esquina
Personas que sí aman, pero están enfermos y aman de manera enferma, desde la posesión, la violencia. Pero a final de cuentas, es amor, no sólo a lo bonito o maravilloso se le llama amor.
Todo amor insano es aquel en el que la gente no encuentra más que dolor, desdicha, aburrimiento.
Es donde uno se queda porque se queda, por temor a la soledad, porque después de tantos años se pregunta ¿cómo uno se va a separar después de 25 años de casado
Hay amores que no merecen ser vividos. Y es mejor irse amando que quedarse
Nadie merece pagar el costo y el sufrimiento sólo porque se enamoró.
Señales de un amor enfermo
Cuando se ama desde la violencia, siempre hay señales que no solemos ver, pero que están ahí y anticipan lo que va a pasar.
Si tu pareja te gritó, golpeó la mesa o la puerta, aventó cosas, esas manifestaciones son señales de un amor enfermo
Y no sólo en la violencia física, también en la psicológica, como las señales del controlador “No sales vestida así”, “con quién hablas?”, “mándame foto de donde y con quién estás?
Celos
Los celos, antes que nada, son un modo enfermo de relacionarse.
Un indicador de inseguridad y algo con lo cual hay que tener cuidado, porque de ningún modo señalan la presencia de un gran amor por el otro, sino la falta de amor por uno mismo.
Por lo general creemos que los celos están necesariamente adheridos al amor.
Los celos aparecen como una sensación de estar en peligro, una sensación de riesgo. De creer que la persona que amamos, le va a dar a otro lo que queremos que nos dé a nosotros, de eso se trata.
El infierno del celoso es el infierno de la inseguridad. El celoso todo el tiempo impone e impide muestras de amor permanentes a la persona que ama para relajar su inseguridad.
La mejor manera de ayudar a una persona celosa es no cumplir con sus reclamos, es dejarlo con esta inseguridad. Se va angustiar, pero a lo mejor esa angustia lo va a llevar a algún lado.
El amor eterno
La búsqueda de la eternidad en el amor es parte de la inseguridad de vivir, el ser humano tiene una necesidad de encontrar allí un «bálsamo» que cubra esa conciencia de finitud.
Nunca nos sentimos más vivos, que cuando amamos. Por eso le pedimos al amor que nos dure toda la vida
Saber amar es saber convivir con ese riesgo
El amor es un camino largo y complejo que no tiene nada de mágico e idealizado
¿Por qué no elegimos el amor que nos conviene?
Porque a veces las personas aprendieron a amar en un marco de agresividad, de violencia, de indiferencia, y repiten la elección y se quedan allí, donde los trataron de esa manera.
Por eso es todo un trabajo convencer a alguien de que no importa si está enamorado: cuando el amor no es sano, hay que irse.
Pero para eso hay que reconocer que a veces estamos enfermos, nosotros mismos vamos en busca de personas que más tarde o más temprano nos van a hacer sufrir.
Entonces el desafío no es sólo dejar esa relación, sino después preguntarnos por qué nos quedamos allí, por qué elegimos eso.
Y a partir de ahí hacer ese viaje adentro de uno mismo.