Arianna Huffington
Fundadora y CEO de Thrive Global. Fundó The Huffington Post. Autora de 15 libros, el más recientemente, Thrive y The Sleep Revolution. En 2005, lanzó The Huffington Post, un sitio de noticias y blogs que se convirtió en una de las marcas de medios más leídas y citadas en Internet. En 2016, lanzó Thrive Global, una plataforma de bienestar y productividad corporativa, con la misión de cambiar la forma en que trabajamos y vivimos, poniendo fin al engaño de que el agotamiento es el precio que debemos pagar por el éxito. Fue nombrada en la lista de la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo y en la lista de mujeres más poderosas de Forbes.
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Acaba con el delirio del agotamiento
El agotamiento no es el precio que debemos pagar para tener éxito.
Los líderes deben darse cuenta de que cuidar su capital humano es tan importante como las ganancias trimestrales.
Vivir una vida sostenible, y asegurarse de que sus empleados también lo hagan, es la mejor manera para que un líder sostenga el crecimiento.
Abraza la apertura
Cuanto más transparente sea la cultura de una empresa, más probable es que los problemas se puedan identificar y solucionar de manera rutinaria antes de que llegue una crisis.
Cada vez que sale a la luz un error o falla, y se extraen lecciones de lo que salió mal, una empresa está un paso más cerca de una cultura construida para el crecimiento en lugar de solo el mantenimiento.
Evite la mentalidad de «crecimiento ante todo».
La idea del crecimiento como un propósito y fin en sí misma se vuelve cancerosa.
Hace metástasis en cada área de la empresa, determinando las personas que son promovidas y, cada vez más, las personas contratadas.
Si no se controla, consume todos los demás valores primarios, incluida la empatía, la colaboración y la profesionalidad.
Hacer que el lugar de trabajo funcione para las mujeres.
Demasiados lugares de trabajo son impulsados por una cultura de machismo, a menudo impulsada por una mentalidad de «crecimiento sobre todo» y glorificación agotadora.
Hablamos mucho sobre la paridad de género y cómo debería haber más mujeres en la cima de cada profesión, pero nunca llegaremos allí si no cambiamos la experiencia cotidiana
Aquí hay algunas señales de que tu lugar de trabajo no está funcionando para las mujeres.
Las mujeres tienen que extraer leche en el baño porque has dejado espacio para una mesa de ping-pong pero no para un rincón privado para las nuevas madres.
La única forma de vincularse con los equipos es con fiestas
Los líderes cuentan la historia de la compañía y tratan de motivar a las personas que usan todas las metáforas de Art of War.
Deshazte de los idiotas brillantes.
Demasiadas empresas aceptan el culto al mejor desempeño, lo que tolera un comportamiento inaceptable.
El daño colateral puede no ser de inmediato, pero es inconfundible con el tiempo, ya que determina qué comportamiento se considera aceptable. El rendimiento definido de manera estrecha es como un crecimiento a corto plazo: puede parecer que lo mantiene avanzando día a día, pero una compañía eventualmente se encontrará fuera de curso. Necesitamos ampliar nuestras evaluaciones de desempeño para incluir la incorporación de principios culturales, como la empatía y la inclusión.
Use equipos para construir resiliencia.
Es imperativo, en un momento de cambio acelerado, crear culturas que valoren la creación de equipos.
Los equipos pueden estar siempre activos, pero los individuos no.
Pueden ofrecer apoyo, y amplificar y reforzar los incentivos.
También desarrollan empatía, fomentan la creatividad y fortalecen la resiliencia.
Como aprendiste de tu profesor de gimnasia de la escuela secundaria, para un equipo el total es más que la suma de sus partes
Trata la cultura como el sistema inmune de la empresa.
Internamente, una empresa saludable valora y celebra las contribuciones de todos, lo que afecta directamente la retención y el reclutamiento.
Externamente, una cultura poco saludable puede conducir rápidamente a múltiples problemas y crisis que pueden dañar la reputación de una empresa, especialmente en la era de las redes sociales.
En una cultura que se ha debilitado, nuestra capacidad de recuperación se ve comprometida de manera muy similar a la capacidad de recuperación del cuerpo humano; nos volvemos más susceptibles a los virus que forman parte de todas las empresas (porque son parte de la naturaleza humana).
En tiempos más saludables, podemos identificar colectivamente estos elementos tóxicos y rechazarlos rápidamente.
Satisfacer la demanda de propósito.
Los millennials esperan y exigen que las marcas con las que se identifican representen principios más allá de las ganancias.
Al mismo tiempo, la tecnología ha hecho que sea imposible para las empresas esconderse detrás de una campaña publicitaria brillante, y una afirmación poco sincera de autenticidad socavará una marca.
Después de todo, la autenticidad es la base de la confianza, que se rompe fácilmente y es difícil de reconstruir.
confianza con los consumidores es mucho más difícil cuando los propios empleados no sienten que son parte de una cultura auténtica y confiable.
Cambio de modelo en la parte superior.
¡Solo los líderes maduran lo suficiente, sea cual sea su edad! – encontrar un centro de fuerza y calma en medio de cualquier desafío puede iniciar los cambios que necesita una cultura.
Y desde ese lugar pueden tomar las mejores decisiones para la empresa.
Cuando los empleados ven a sus líderes modelando este comportamiento, crea un efecto dominó, especialmente si los empleados que siguen su ejemplo son celebrados y promovidos.
Use la crisis como una oportunidad.
Cualquier crisis que ocurra como resultado de problemas culturales pasados por alto también es una oportunidad para impulsar cambios culturales que a veces son más difíciles de implementar sin un catalizador.
A menudo, debido a la inercia o las partes interesadas que protegen el statu quo, se necesita una chispa para que las personas miren más allá de lo que sigue en su lista de tareas pendientes.
El poder de la catarsis, un proceso de purga que facilita la renovación.
El objetivo cuando golpea una crisis no debe ser solo superarla, sino salir con una cultura más fuerte que nunca
