El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) recibió 140 denuncias por discriminación relacionada con la emergencia sanitaria de Covid-19, en un mes (un promedio de 5 quejas por día). De las cuales, 25% fueron interpuestas por personal médico (35 casos).
El Conapred lleva el registro desde el pasado 19 de marzo
Las denuncias se han hecho en 26 estados. La mayor proporción se documentaron en la Ciudad de México, con 47 casos; Estado de México, con 19; Nuevo León, Puebla y Guanajuato, con 5.
De acuerdo al CONAPRED, la mayoría de las denuncias se han atendido en lo inmediato:
Haciendo oficios de prevención y colaboración con los responsables
Canalizando a otras instancias competentes
Orientando o dando contención a los peticionarios
Haciendo gestiones con otras autoridades o instancias públicas
Colombia, Argentina, Bolivia, España, Brasil, India, también han denunciado casos de discriminación al personal médico.
Ligia Kantun – MÉRIDA, YUCATÁN – “Le aventaron café hirviendo. Le gritaron ¡INFECTADA!
59 años
Tiene 40 años como enfermera
Ahorita trabaje en un hospital destinado a pacientes COVID
¿Qué pasó? El 8 de abril, al salir del trabajo con su uniforme de enfermera, alguien pasó en coche a su lado y le tiró un café caliente por la espalda.
«¡INFECTADA!», le gritaron desde la ventanilla del auto
No pudo identificar a su agresor
Su prioridad fue cuidar que la temperatura del café con la ropa, no causara más daño
«Pensé que me habían quemado. Luego vi que no me pasó nada, pero bien pudo ser una piedra o un palo. Entonces me dio tristeza, tristeza de ver cómo la gente nos está atacando. Eso me dolió más: el daño moral».
«La gente te empieza a ver con cierta discriminación, como con… asco. O como cuando entras al hospital y, cuando pasas, la gente se hace a un lado, como que se alejan y te ven medio raro».
Ligia prefiere pensar en positivo, después de la agresión sufrida, también pudo ver a la sociedad que es inmensamente solidaria.
Recibió apoyo de las autoridades y del centro donde trabaja.
Al día siguiente de denunciar lo ocurrido en redes, alguien le mandó un desayuno a casa y otras personas fueron a su domicilio para regalarle cubrebocas.
Dice que hay patrullas policiales de vigilancia alrededor de los hospitales, al personal médico les piden no salir con su ropa de trabajo para no exponerse a más agresiones
“Portar el uniforme en la calle SIEMPRE FUE UN ORGULLO, ahora hay que esconderlo”
«Aunque estoy en un grupo vulnerable (por un tratamiento por la artritis reumatoide que padece) y podía dejar mi puesto, no lo hice porque pensé: ‘No estoy para quedarme en casa. Mi tierra y mi gente me necesitan y voy a dar todo lo que tenga de mí».
La agresión fue denunciada por su hija en redes sociales. Al no poder identificar a su agresor, sin testigos, y sin cámaras que pudiera grabar lo ocurrido, dice no tener contra quien levantar una denuncia.
Melody Rodríguez – NAYARIT: “La gente le impidió la entrada al pueblo donde vivía”
Tiene 25 años
Es enfermera en el Hospital General de San Francisco Nayarit
Está en el área de urgencias, atendiendo pacientes en general con distintas “urgencias” y pacientes con Covid.
No ha tenido contacto directo con enfermos de COVID19, solo casos sospechosos
¿Qué pasó? El miércoles 8 de abril, alrededor de las 9pm iba para su casa, en el poblado de “Lo de marcos” que está a 15 minutos de San Francisco (donde se encuentra el hospital)
Al llegar se encontró con un cerco sanitario que habían estado haciendo los pobladores para disminuir y prohibir la entrada a turistas, después de enterarse de la muerte de un paciente que resultó positivo.
Para pasar el cerco, les dijo que ella es personal de la Salud, pero al escuchar eso, empezaron los comentarios: “¡NO! Menos, viene del hospital, que no entre”
Una de sus compañeras empezó a grabar un vídeo de la situación pero eso sólo subió los ánimos y le decían que ella era UN FOCO DE INFECCIÓN.
Después de algunas llamadas, el presidente municipal dio luz verde a su entrada y salida del pueblo, pero estaba tan asustada por la actitud de la gente que decidió solo entrar al pueblo tomar algunas cosas de su casa e irse pensando en represalias más grandes.
Ahora vive en San Francisco, le dieron un cuarto para rentar
Las autoridades le han dado vigilancia.
Tiene miedo de regresar a su casa
Mensaje: Le pide a la gente solamente apoyo y comprensión, “no estamos más que para apoyarlos y ayudarles. Esta ocasión nosotros estamos al frente de esta situación, por lo mismo necesitamos de su apoyo para poder continuar con dichas actividades”.
Luis Gerardo Ramos – REYNOSA, TAMAULIPAS – “Le aventaron una botella con cloro”
33 años
Tiene 6 años como enfermero
Actualmente atiende pacientes a domicilio con diversos padecimientos
¿Qué pasó? Camino a su trabajo, se le acercó una señora diciendo que el personal de Salud está infectando a Reynosa con coronavirus. Él prefirió ignorar esos comentarios, cuando se pronto se le fue encima vaciándole una botella de cloro.
Su primera preocupación fue protegerse de que no le cayera en los ojos, en la cara, etc.
Mientras él hacía eso, la señora se fue.
Tuvo ligeras quemaduras en la espalda, pecho, cuello
Fue a levantar una denuncia por agresión, pero las autoridades no han identificado a la agresora
También denunció la agresión en redes sociales
Aunque él no tiene contacto con pacientes COVID, ni trabaja en un hospital. Su actividad es esencial para la labor que hace a domicilio.
«Por Dios santo, nosotros no trabajamos matando personas nosotros cuidamos a personas cuando más lo necesitan, ese es mi trabajo y el de muchos compañeros en esta ciudad, creen que vaciándonos una botella de cloro nos vamos a desinfectar».
Mensaje: Pide a la gente que se informen bien sobre la forma como se propaga el virus y agradece a Dios que sólo su uniforme sufrió daños.
No entiende como en otros países hacen homenajes al personal médico y en México los están atacando
¿Dónde denunciar?
Para denunciar el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación puso al servicio de los ciudadanos los siguientes números: 5262-1490 y 800 543 0033, además del correo electrónico quejas@conapred.org.mx // Las fiscalías de los estados piden levantar denuncias por agresión.
Congresos locales están trabajando para castigar con cárcel este tipo de agresiones