Diego Luna
Actor y director mexicano de televisión, teatro y cine
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Eduardo Calixto
Neurofisiólogo, Médico cirujano con Maestría y Doctorado en neurociencias por la UNAM. Post Doctorado en Fisiología Cerebral en la Universidad de Pittsburgh, PA, EUA.
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Natalie Roterman
Jefe editorial revista Moi
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EN PORTADA
Diego Luna: FROM ZERO TO HERO
Diego Luna no sabe decir que no. Eso a veces lo pone en situaciones (y delegaciones) incomodísimas.
Nos contó lo que opina del matrimonio, lo que le quita el sueño (spoiler alert: todo tiene que ver con sus hijos) y cómo su relación con Gael lo hace pasar de las carcajadas a los corajes.
EL PODER DEL NO
- Seguro eres padrino de bautizo del nieto de la amiga de la vecina por tu incapacidad para decir que NO.
- ¿A poco no has pasado años aguantando a tu suegra por pena a decirle que no se meta? ¿O haciéndole los reportes a tu jefe por miedo a negarte?
- Esa palabrita, corta y contundente, podría ser uno de nuestros grandes aliados en la vida, pero pos no la usamos.
- Aprender a decir que NO te va a ahorrar problemas y tiempo, y su uso te puede cambiar la vida
El cerebro y el NO por Eduardo Calixto
- La palabra “no” es de las primeras que aprendemos a decir
- Para aprender una nueva palabra y entender su significado, el cerebro necesita repetirla entre 15 y 20 veces, pero la negación por excelencia es mucho más fácil de aprender.
- ¿Por? Las neuronas de las áreas cerebrales motoras entienden las palabras de forma refleja en los primeros meses de la vida y como “no” es una de las palabras más universales, la aprendemos a usar muy rápido.
- Al cerebro infantil le cuesta más tiempo procesar el significado de no comparado, por ejemplo, con las palabras leche o juguete, ya que estas últimas tienen un significado tangible asociado a un elemento-material y el cerebro las analiza como palabra-objeto.
- Pero una vez que la comprende y memoriza, asocia la palabra no a la desaprobación, y nunca se le olvidará. Lo que sí se nos olvida es que la podemos usar.
El “NO” se entiende en diferentes áreas del cerebro
- Palabras como mamá, hogar o protección suelen activar áreas cerebrales semejantes, pero la palabra no, tiene un proceso neuronal semántico diferente, y además es distinto dependiendo de a quién se le contesta, la prosodia en la que se habla y las consecuencias de lo que se espera.
- O sea, el diccionario cerebral se abre y le da lectura a un no dependiendo de cómo lo decimos, qué emoción demostramos y qué esperamos que cambien su percepción.
El cerebro aprende más rápido cuando existe una emoción, independientemente si esta es positiva o negativa. - Por eso, un no difícilmente se olvida en la medida que estemos muy felices o demasiado enojados.
- Dos áreas cerebrales son fundamentales para interpretar un no.