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2024-11-20 05:38:20

¿Cuál es el idioma más feliz del mundo?

Enrique Tames nos va a contar sobre un estudio que midió lo que se llama el “sesgo de positividad” de 10 idiomas y con ello determinaron cuáles son los 10 idiomas más felices del mundo.

noviembre 12, 2021

Dr. Enrique Tamés
Director de proyectos de Florecimiento Humano Tecnológico de Monterrey
TW: @enriquetames

Este año celebramos el centenario de la publicación de uno de los libros más importantes de la historia del pensamiento. Se trata del libro llamado “Tratado Lógico-Filosófico”, escrito por el filósofo austriaco Ludwig Wittgenstein. Esta obra sirve para mostrar algo que muchos años después, y a la fecha, nos parece evidente, lógico, casi obvio, no porque lo sea, sino precisamente por la trascendencia de esta obra junto con otros libros de la misma época.
Escribió Wittgenstein hace 100 años: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”, es la proposición 5.6 del Tratado. Y con ello, lo que mostraba, lo que anunciaba a los tiempos por venir, era la enorme relación entre la realidad, como la percibo y como me expreso de ella. Y que, a final de cuentas, no resultaba importante, que existiera una realidad distinta a como yo la pensaba, y a como yo la expresada. Hasta ese momento, en la historia del pensamiento, se hacía una diferencia tajante entre el mundo, lo que pienso del mundo, y lo que expreso de lo que pienso del mundo. Como tres ámbitos diferentes de la realidad.
A partir de Wittgenstein, y de varios estudios de la misma época, comienza lo que se conoce en la filosofía, pero también en la ciencia y en el arte como el “giro lingüístico”, esto es, todo análisis y comprensión del mundo, de cualquier aspecto del mundo (puede ser el mundo exterior, o el mundo interior), comienza por un análisis del lenguaje. Recordemos que en los mismos años será otro vienés, austriaco, quien fundará la logoterapia más importante del siglo XX: Sigmund Freud y la terapia del psicoanálisis. ¿Cuál es la base de las logoterapias? Que si nosotros somos capaces de “nombrar” y por tanto de dar significado a lo que nos pasa, estamos en proceso de aceptación, y en el caso de algunas terapias, inclusive de cura.

El lenguaje transmite y dice mucho más que palabras
Bien, ¿a qué viene todo este “sainete”? Recordemos la frase: “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”. Hoy sabemos que mi lenguaje dice mucho más que palabras. Mi lenguaje transmite mi manera de ver el mundo, mis valores, mi cultura, mis traumas, necedades, sueños y aspiraciones. A través del lenguaje, transmito ideas, pero también emociones. Eso por ello que podemos afirmar: somos las palabras que decimos, somos el lenguaje que hablamos. Y sí, hay estudios que muestran que por la manera que usamos el idioma y la cantidad de adjetivos que utilizamos y su frecuencia, pues hay idiomas más felices que otros, y hay idiomas más tristes que otros. Así que hoy en día, no sólo hablamos de personas felices, o de países felices, sino también de idiomas felices.

Mejoramos el recuerdo y la descripción de lo que vivimos
Ahora bien, antes de pasar a la lista de los idiomas felices, una última e importante consideración histórica, para tener ahora sí el panorama completo. También hace 100 años, poco más, se publicó una novela de la escritora inglesa Eleanor Porter, llamada Pollyana, acerca de una niña que acostumbra a ver el lado positivo de todas las cosas. Hoy en día, diríamos que se sacó la lotería cortical, o que produce muchas “happy hormones” con muy poco esfuerzo. Bien, pues a partir de esa novela se desarrolló una teoría, que es precisamente la teoría Pollyana, que no confundir con el juego Poliana, que es uno juego de azar y de estrategia que se juega en México desde hace algunos años. Esta teoría dice, demuestra, algo muy interesante, y es que los seres humanos, tendemos a recordar los sucesos de manera más positiva a como en realidad sucedieron, y por tanto, nos expresamos al recordar esos eventos, de mejor manera. Seguro les ha pasado, al escuchar a alguna amistad describir un evento en el que ustedes estuvieron, y muchas veces la descripción de ese evento a terceras personas resulta mucho mejor, o más feliz, o más aventurado, o más sabroso, en fin, lo que pasa es que se está aplicando la teoría Pollyana.

Hay idiomas más felices
Entonces, una vez entendiendo que nosotros somos nuestro lenguaje, y una vez que también entendemos que solemos mejorar el recuerdo y la descripción de lo que vivimos, entonces podemos entender que al decir que hay idiomas más felices que otros, en realidad estamos diciendo que hay gente que habla esos idiomas que son más felices que otros. ¿Y cómo lo sabemos? Pues hoy, con las redes sociales, con herramientas de “big data”, que son algoritmos que miden la repetición de ciertas palabras en las redes, podemos medir el estado de ánimo de las personas que las escriben.
Ahora sí, ¿cuáles son los idiomas felices? El estudio de la Universidad de Vermont midió lo que se llama el “sesgo de positividad” de 10 idiomas: inglés, español, francés, alemán, portugués (brasileño), coreano, chino (simplificado), ruso, indonesio y árabe.
Se analizaron las 10,000 palabras más comunes de cada idioma, así que en realidad se analizaron millones de millones de palabras. Se analizó Twitter, pero también fuentes como Google Books, programas de televisión, y hasta letras de canciones.

El orden de menos feliz a más feliz es:
Chino
Coreano
Ruso
Árabe
Alemán
Francés
Indonesio
Inglés
Portugués (brasileño)
Español

Conclusión
“Hedonómetro” es el concepto utilizado hoy en día para entender qué tanto un idioma tiene de sesgo positivo: el español tiene el lugar más alto en este hedonómetro. Pero recordemos, todos los idiomas, tienen un sesgo, porque los humanos lo tenemos.
En México, el INEGI está haciendo mediciones del estado de ánimo de los mexicanos a través de Twitter, desde el 2016 a la fecha.
La operación es más simple: compara “tuits” positivos vs. “tuits” negativos.
Es interesante ver el comparativo entre estados.
Tal vez en otro programa podemos analizar los resultados, pero como probadita, los estados con más “tuits” negativos son Sonora, Sinaloa y Tabasco. Los estados con los “tuits” más positivos: Las dos Baja Californias, Nayarit, Morelos y Quintana Roo.

noviembre 12, 2021