Edilberto Peña
Neuropsiquiatra
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De acuerdo a cifras de las OMS para este 2018
450 mil millones de personas sufren un trastorno mental o de conducta
La mitad de las enfermedades mentales comienzan antes de los 14 años
Aproximadamente el 20% de los niños y adolescentes en el mundo tienen trastornos o problemas mentales
El suicidio es la segunda causa de muerte entre los 15 y los 29 años
Los trastornos mentales son la principal causa de discapacidad en el mundo
Cada año, más de 800 mil personas se suicidad por problemas de depresión
No hay suficientes recursos públicos destinados a atender los problemas de salud mental
La depresión afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo.
60 millones de personas padecen trastorno bipolar
La esquizofrenia afecta a alrededor de 21 millones de personas
En el mundo hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia
Trastornos mentales más comunes en México
Trastornos de ansiedad 14.5%
Trastornos depresivos 9.1%
Trastornos de adicción a sustancias 9.2%
Enfermedad de alzheimer 4.5%.
¿Qué es eso de la salud mental?
Nuestro bienestar emocional, psíquico y social.
La forma en como pensamos, sentimos y actuamos cuando lidiamos con la vida.
La salud mental se determina por cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con otras personas y tomamos decisiones.
Es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la edad adulta.
Las enfermedades mentales son condiciones graves que afectan la manera en que pensamos, nuestro humor y comportamiento.
¿Por qué hablar de salud mental?
Porque sin salud mental no se puede hablar de salud en general, las enfermedades que abarca son las más incapacitantes y que quitan más años de vida productiva a la población por encima de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
Indicadores de una buena salud mental
Auto-aceptación: uno de los aspectos más importantes es que seas capaz de aceptarte a ti mismo y de quererte. Siendo consciente de tus limitaciones y tu imperfección, es que te sientas a gusto con lo que eres.
Relaciones positivas: quienes son mentalmente saludables también son capaces de establecer relaciones fraternales con los demás. No ven una amenaza detrás de cada persona que se les acerca ni mueren de ansiedad ante otros
Dominio del entorno: Las personas con buena salud mental tienen una sensación de control sobre lo que les rodea. No importa cuán mal esté mi situación presente, si tengo confianza en que puedo hacer algo para cambiarlo.
Autonomía: Las personas saludables son autónomas. No andan buscando al otro por miedo a la soledad sino porque disfrutan estar con él, aunque saben sostener su individualidad en medio de la compañía.
Propósito en la vida: De manera definitiva las personas saludables no andan por la vida por andar, sino que están construyendo cosas. Su vida tiene un sentido, un propósito y se la pasan luchando por sus proyectos ya sean familiares, laborales, académicos, etc.
Crecimiento personal: Y si una parte del asunto era aceptarse a pesar de las propias limitaciones, otro aspecto esencial es ser capaz de luchar por desarrollar aún más las potencialidades que se posee y trascender los defectos que hoy tenemos.
¿Cómo y cuándo pedir ayuda al Psiquiatra?
Acudir al especialista en Salud Mental abarca un sinnúmero de patologías, pero la bandera de reconocimiento es el Trastorno Depresivo Mayor.
Los síntomas pivote son la tristeza persistente y continúa y la pérdida de la capacidad para sentir placer en las cosas que antes me lo producían de cuando menos dos semanas de evolución; y que claro estas me afecten de forma tan importante que pierda mi funcionalidad y mi calidad de vida.
En la consulta no hay paciente hasta que llega el paciente.
No hay fórmulas mágicas para engañar a alguien, acepte manejo y que de repente despierte ya recuperado.
Existe el concepto de conciencia de enfermedad.
En el ámbito personal el propio estigma a estar deprimido hace que frecuentemente neguemos los síntomas y no recibamos la atención necesaria.
Cuando se trata de ayudar a un tercero, la labor cobra dimensiones más que titánicas. El mejor consejo es dirigir el discurso siempre en primera persona, hablando de lo mal que nos hace sentir a nosotros ver a la persona que nos importa no ser lo feliz que pudiera ser.
La Psiquiatría es ciencia, es una rama más de la medicina y es efectiva en las patologías que abarca su quehacer.
10 tips para tener buena salud mental
Cuidar tu sueño con uñas y dientes.
Son dramáticos los datos de incidencia de depresión y ansiedad en los pacientes portadores de insomnio, y si vemos la estadística al revés, los pacientes que superan una depresión y que persisten con insomnio tienen cuatro veces más posibilidades de recaer que los que duermen bien.
Aprender a vivir en el aquí y el ahora
En los últimos años se ha hablado constantemente del MINDFULNESS. Es un tipo de psicoterapia basado en los principios básicos de la meditación. La idea más importante del Mindfulness es entrenarnos todos los días para vivir en el aquí y en ahora.
Se cuenta con evidencia estadística que demuestra su mayor eficacia en los trastornos de ansiedad, incluso a nivel de generarse ya su implementación en ambientes laborales alrededor del mundo, con incrementos importantes en la productividad.
Formar y cuidar mi red de apoyo.
En publicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha llegado a mencionar a la SOLEDAD como una de las epidemias del nuevo siglo.
Existen datos que soportan el poder decir que la soledad conlleva a más situaciones potencialmente letales que la obesidad o el uso del cigarro.
Es muy importante contar con personas a las cuales nos sintamos con la confianza de contarles como nos sentimos, a los que les demos la facultad de poder darnos su opinión de cómo nos ven sin sentirlo agresivo y a quienes recurrir en caso de sentirnos mal.
Aprender a usar las “sustancias” con sabiduría.
Muchas personas sin saberlo se acostumbran de forma “silvestre” a usar sustancias permitidas por la ley: alcohol, nicotina, cafeína, red bull, etc; en realidad se distribuyen a todo mi cuerpo incluido el sistema nervioso central y modifican los patrones de secreción de neurotransmisores.
Todas estas sustancias a dosis altas, empeoran los índices de presentación de enfermedades mentales.
Usar la tecnología médica a mi favor
Los teléfonos y relojes inteligentes cuentan con infinidad de aplicaciones que pueden monitorear desde nuestras variables fisiológicas básicas (frecuencia cardíaca) hasta tiempo de sueño, patrones anormales al dormir, nivel de actividad física, movilidad, etc.
Hay que aprender a consultar información médica de valor en línea (páginas oficiales de instituciones de salud) y evitar los blogs de pacientes.
Un extra es tener mucha precaución cuando leemos en línea la información para prescribir de los medicamentos que usamos ya que esta se generó para médicos y no para pacientes
Comunicación asertiva
Un mal manejo de la comunicación de las emociones lleva a las personas a tener conflictos constantes con su medio ambiente.
Suena a un consejo muy vacío y obvio, pero hay que acostumbrarnos a DECIR CLARAMENTE LO QUE QUEREMOS DECIR, A QUIEN SE LO TENEMOS QUE DECIR Y EN EL MOMENTO MÁS ADECUADO PARA DECIRLO PARA LOGRAR TRANSMITIR EL MENSAJE.
Generarse expectativas realistas
El mejor método para lograr objetivamente cosas relevantes en mi vida es ponerme metas realistas, intermedias y a corto plazo, que seguro las puedo realizar, puedo generar un gran compromiso, y el éxito muy probable que obtenga me va a servir como combustible para ponerme la siguiente meta y estar cada día más confiado en conseguirla.
Para cuidar la mente hay que cuidar el cuerpo
El órgano del cuerpo donde viven nuestras emociones es el cerebro. A nadie nos suena extraño que si queremos evitar infartos ya nos sabemos todas las cosas que tenemos que hacer para cuidar el corazón y las arterias.
Por eso hay que decirlo de forma contundente. Para mantener mejor a nuestro cerebro hay que cuidar lo que comemos, los niveles de colesterol, triglicéridos y glucosa, tienen que ver con la generación de microinfartos cerebrales, el nivel de actividad física, evitar los traumas craneales, de nuevo dormir el tiempo suficiente y “entrenarlo” frecuentemente.
Conocer de nutricionales para prevenir enfermedades mentales
Hay que comentar que es prácticamente imposible generar evidencia médica estadísticamente robusta para saber si los ácidos omega 3 definitivamente sirven para algo en la mente, ya que no hay laboratorio o agencia gubernamental que cuente con los recursos suficientes para exponer a la población susceptible a una enfermedad a un ensayo de ácidos omega 3 y placebo por el tiempo suficiente para resolver el problema.
Se podrían generar recomendaciones generales de uso de los ácidos omega 3 en salud de vasos sanguíneos cerebrales y mejoramiento de índices de atención y concentración, dosis altas de ácido fólico con mejoría de índices de depresión, y el uso de antioxidantes y vitamina E para la prevención de patologías neurodegenerativas como el Alzheimer y Parkinson. Finalmente hay que tomar en cuanto la calidad del nutricional y las dosis adecuadas.
Cultivar el sentido del humor
Por probabilidades siempre nos van a pasar cosas malas.
Tendríamos dos posturas que tomar ante estos eventos: la pesimista típica, de para qué hacer las cosas si a final de cuentas van a salir mal.
La segunda sería la de cultivar un adecuado sentido del humor para poder enfrentar estas tragedias, sin llegar a recetar pastillas de “valemadrina”.