Silvia Cruz Martín del Campo y con José Manuel Mier nos explican todo sobre los efectos que provocan los vapeadores a la salud y por qué no son tan inofensivos como se cree.
¿Qué onda con los vapes?
La industria de los vapeadores y los cigarros electrónicos genera para las empresas que los producen y comercializan alrededor de 5 mil millones de pesos anuales, según información oficial.
Entre 2019 y 2023, el número de usuarios de vapeadores en México aumentó de 975 mil personas a 2.1 millones, lo que representa un aumento del 126%, Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición. En 2021, había 82 millones de vapeadores en el mundo, un aumento considerable con respecto a los 68 millones de 2020.
Más de 2.5 millones de jóvenes reportaron haber usado cigarrillos electrónicos en el 2022. El 10% de los adolescentes mexicanos ha probado cigarros electrónicos al menos una vez en su vida.
En 2023, el 12.9% de los adultos mexicanos (aproximadamente 12 millones) había usado cigarros electrónicos alguna vez. Entre los jóvenes que usan vapeadores, más de 1 de cada 4 (un 27.6 %) los usan a diario y más de 4 de cada 10 (un 42.3 %) los usaron 20 o más días en los últimos 30 días.
En México, el 2.6% de los adolescentes consumen vapeadores: el 3.0% son hombres y el 2.1% son mujeres. Cerca de un millón de personas entre los 12 y 65 años utilizan vapeadores o cigarrillos electrónicos en México.
El precio de un vapeador va entre los 400 a los 1200 pesos. En México, un 15.3% de la población fuma tabaco actualmente, lo que equivale a 14.3 millones de personas. Esto muestra que el uso de vapeadores es significativamente menor que el de cigarros tradicionales.
En 1963, el estadunidense Herbert Gilbert presentó el primer cigarro electrónico que pretendía disminuir el consumo de tabaco, sin embargo, no tuvo gran aceptación, pues en aquel entonces fumar no era considerado un riesgo para la salud. 40 años años después, en 2003, Hon Lik, un farmacéutico chino lanzó al mercado el cigarro electrónico moderno.
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¿Qué son los vapeadores?
Son dispositivos que vaporizan líquidos que generalmente contienen nicotina, aunque con frecuencia se usan para fumar concentrados de cannabis. Además de las sustancia activa, se les añaden sabores y otros ingredientes para producir más o menos vapor. Independientemente de su presentación y apariencia, todos los vapeadores tienen los siguientes componentes:
- Una tanqueta o recipiente para el líquido que contiene nicotina (o el concentrado de cannabis)
- Una mecha que se moja con el líquido y que está rodeada por una resistencia que se calienta para que el líquido pueda evaporarse.
- Una batería para calentar la resistencia.
Aunque se promocionan como una alternativa más segura al tabaco tradicional, hay una constante preocupación por la salud de quienes lo consumen, ya que la nicotina, por sí misma, tiene efectos carcinogénicos y afecta al sistema cardiovascular, y se a veces desconocen las sustancias adicionales que contienen.
Cuando los vapeadores se utilizan para cannabis, generalmente usan preparaciones con concentraciones más altas que las de la marihuana y tienen aditivos que se han asociado con daños severos a los pulmones.
De acuerdo con la Cofepris, científicos y médicos del Laboratorio Nacional de Referencia dieron a conocer que un vapeador contiene las presentaciones comerciales de los líquidos que se utilizan en los vapeadores pueden contener más de 30 sustancias no reportadas en los empaques. Se pueden comprar en tiendas físicas o en línea. Existen desechables y otros que se pueden recargar comprando solamente el líquido.
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¿Qué sustancias tienen los vapeadores?
Estas sustancias, al ser calentadas, pueden degradarse en compuestos dañinos como aldehídos y formaldehídos, conocidos por su toxicidad y posibles efectos carcinógenos.
Nicotina: Presente en la mayoría de los vapeadores, es altamente adictiva y perjudicial para el sistema cardiovascular y el desarrollo fetal en mujeres embarazadas..
Formaldehído: Sustancia cancerígena producida durante el calentamiento del líquido.
Acroleína: Usada como herbicida, también encontrada en el aerosol del vapeador.
Metales pesados: Níquel, plomo, y estaño, que se desprenden del dispositivo y se inhalan con el aerosol.
Compuestos orgánicos volátiles, como el benceno, una sustancia relacionada con el cáncer.
Saborizantes químicos: Incluyen sustancias como diacetilo, asociado con enfermedades pulmonares graves .
Glicerina (glicerol): Es un alcohol trihidroxilado usado comúnmente en productos cosméticos y alimenticios. En los vapeadores, actúa como un solvente y genera el aerosol al calentarse. Aunque generalmente es considerado seguro en aplicaciones alimenticias, al inhalarlo puede irritar el aparato respiratorio y, en altas temperaturas, generar compuestos tóxicos.
Propilenglicol: Es otro solvente ampliamente utilizado en medicamentos, alimentos y cosméticos. En los vapeadores, mejora la producción de vapor y disuelve la nicotina. Sin embargo, su inhalación puede causar irritación respiratoria, tos, y en algunos casos, reacciones alérgicas.
¿Cuáles son los daños a la salud del vaping?
Los vapeadores pueden incluir sustancias que pueden causar adicción, afectar el desarrollo cerebral y dañar los pulmones. Además, hay riesgos inmediatos como irritación, vómitos y náuseas al estar en contacto con la nicotina líquida.
También puede haber daños pulmonares, incluyendo enfermedades graves relacionadas con el vapeo (EVALI). Causan dependencia a la nicotina, especialmente en jóvenes y tiene potenciales efectos cardiovasculares.
¿Por qué pueden causar adicción?
Los vapeadores pueden causar adicción debido a su contenido de nicotina, ya que afecta el sistema nervioso central y provoca cambios en el cerebro al liberar dopamina, una sustancia química que genera sensaciones de placer y refuerza la necesidad de repetir el consumo.
Además, la nicotina puede generar síntomas de abstinencia como ansiedad e irritabilidad, lo que lleva a las personas a seguir utilizando los dispositivos.
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¿Qué pasa con la nicotina?
De acuerdo con el Royal College of Physicians, dado que la nicotina es el componente adictivo principal del humo del tabaco, el enfoque de reducción de daños para aquellos que no pueden dejar de fumar, consiste en sustituir los cigarros con alternativas menos peligrosas como los cigarros electrónicos, que si bien no elimina todos los daños, puede salvar muchas vidas.
La nicotina de los cigarros no es directamente responsable del cáncer, enfermedades pulmonares y enfermedades cardiacas, son los otros químicos del tabaco y el humo los causantes primarios de las enfermedades y muertes, no la nicotina.
De acuerdo con la Administración de Alimentos y medicamentos de USA, hay evidencia concluyente que sustituir por completo el consumo de cigarro combustible por cigarros electrónicos reduce la exposición de numerosos tóxicos y carcinógenos presentes en los cigarros combustibles.
Nuevos estudios sugieren que si la nicotina para vapear sustituyera el fumar cigarros combustibles durante los próximos 10 años, se evitarían 1.6 millones de muertes prematuras, y se salvarían 20.8 millones de años de calidad de vida. El uso de vapeadores combate la adicción física que provoca la nicotina como cualquier otro sustituto como parches, chicles y fármacos.
También combate la adicción psicológica, gracias a que la acción de vapear recuerda la de fumar, se experimenta una sensación parecida y el exhalar el vapor, se relaciona con el que produce el humo del cigarro común.
¿Cuáles son los daños que pueden esperar de los vapeadores?
No hay evidencia de daños graves: Estudios a corto y medio plazo (dos años) no muestran daños asociados al uso de vapeadores con nicotina.
Efectos secundarios comunes: Incluyen irritación de la garganta, boca, dolor de cabeza, tos y náuseas.
Disminuyen con el uso continuo: Estos efectos secundarios tienden a disminuir a medida que se continúa utilizando los cigarros electrónicos con nicotina.
¿Por qué se prohibieron los vapeadores?
- Un mercado negro activo, en expansión sin escrúpulos y sin garantía de controles mínimos de seguridad y calidad en este tipo de productos.
- Incremento de la violencia por el control de este mercado ilegal entre grupos delictivos.
- Desprotección a menores de edad y grupos vulnerables, al evitar contar con una regulación enérgica que prohiba y penaliza su acceso de estos productos.
- Nuevos riesgos y daños a la salud de la población por el uso indebido de estos dispositivos electrónicos por parte de grupos criminales.
- Reforzamiento a la ya existente estigmatización hacia los fumadores y la criminalización de los usuarios de vapeo.
- Violación a los diversos derechos humanos de la población congregados en la propia Constitución, e incumplimiento al Convenio Marco para el Control de Tabaco de la OMS como Estado Parte, de manera particular a la estrategia MPOWER, con énfasis en la ‘O’ para ofrecer alternativas efectivas para la cesación tabáquica.
- Impedimento para el desarrollo de investigación científica e innovación en la búsqueda de lograr llegar a ser un país libre de humo de tabaco.
- Debilitamiento de las Instituciones y dependencias responsables de la atención de la salud integral, control y vigilancia sanitaria.
- Desacreditación del principio de reducción de riesgos y daños que por tantos años ha demostrado ser la mejor estrategia de salud pública a nivel mundial.
- Imposibilidad de recaudación de impuestos en beneficio del presupuesto anual de egresos de la Federación lo que impediría el fortalecimiento de las instituciones de salud que tanto lo requieren.
Especialistas
Silvia Cruz Martín del Campo. Investigadora del Cinvestav (Centro de Investigación y Estudios Avanzados) del IPN, especialista en el estudio de los mecanismos de acción de las sustancias que producen abuso y adicción.
MAIL: slcruzm@cinvestav.mx / WEB: cerebroyadicciones.com
Dr. José Manuel Mier. Médico cirujano especialista en cáncer de pulmón. Director del Instituto de Cirugía Torácica Mínimamente Invasiva en los hospitales Ángeles Lomas. Coordinador de la Clínica de Cáncer de pulmón en el Hospital Ángeles Lomas.
TW: @Doctor_Mier / Web: doctormiervirtual.com
