Para todos aquellos que están batallando con leer en público, hoy viene mi querido Álvaro Gordoa a darles unos consejos infernales.
¿Les cuesta leer en público? Hay quienes se traban, no cambian el tono ni el ritmo, se saltan los puntos y las comas… el horror. Aquí les damos paz así que prepárense para una clase que les dejará muchísimo.
¿Cómo andamos en la lectura?
Estudios de la Universidad de Waterloo, en Canadá dicen que la lectura en voz alta es indudablemente más efectiva para retener a corto plazo y memorizar a largo plazo.
En Perugia, Italia, hicieron un estudio que consistía en leer el mismo texto en voz alta y en voz baja. Los resultados:
- Los niños lograron reconocer un 87% de las palabras leídas en voz alta, en comparación con un 70% que se leyeron mentalmente.
- Los adultos recordaron un 25% de las palabras dichas en voz alta, y un 10% de las palabras leídas mentalmente.
- Para leer y entender un texto complejo todos los seres humanos lo leemos en voz alta de forma intuitiva.
- Cuando se lee constantemente en voz alta, el cerebro memoriza la forma correcta de pronunciar las palabras y las pausas de los signos de puntuación.
- Leer sólo 6 minutos en voz alta puede reducir el estrés hasta un 68%.
- Es más probable que leerle un cuento a tu hijo aumente la interacción con él que jugar con sus juguetes u otras conversaciones familiares.
Se le llama alexia (dislexia adquirida) a un trastorno de la lectura donde las personas pierden la capacidad de leer después de un ictus o una lesión en la zona del cerebro relacionada con la lectura.
- Entre el 6% y el 14% de los niños en el espectro autista tienen hiperlexia: un trastorno en el que las personas tienen habilidades lectoras avanzadas pero pueden tener problemas para comprender lo que se lee o se habla en voz alta.
- Hay 780 millones de personas con dislexia en el mundo (1 de cada 10): tienen una inteligencia normal, pero leen a niveles significativamente inferiores a los esperados.
¿Cómo podemos leer mejor en público?
Si hacemos una presentación ante un público o tenemos que leerle a nuestros hijos, la forma en la que lo hacemos afecta mucho lo que la gente termina por entender de lo que leemos, e incluso la opinión que la audiencia se crea sobre nosotros.
Las buenas habilidades para leer en voz alta pueden abrir puertas, las malas pueden cerrarlas. La buena noticia es que con preparación y práctica se puede superar el nerviosismo y tener excelentes resultados.
- Transmitir en lugar de leer: Convierte la lectura en una experiencia emocional, adoptando una actitud de emoción y conectando con tu audiencia. Evita leer guiones o discursos de manera mecánica.
- Lee solo cuando sea necesario: Reserva la lectura para comunicar palabras de otros, como comunicados de prensa o textos históricos.
- Transmite emociones a través de las características vocales: Asegúrate de transmitir emociones a través de cambios en el volumen, ritmo y pausas adecuadas.
- Controla la dicción y el ritmo: Habla a un ritmo adecuado, evitando leer demasiado rápido. Prueba el truco del taquete para ajustar tu velocidad.
- Aprovecha el lenguaje corporal: Aunque no puedas moverte libremente, utiliza gestos y ademanes para enfatizar tus palabras y reforzar el mensaje que estás comunicando. Haz contacto visual con el público y mantén una postura activa y positiva.
- Levántate y sonríe: Ponerte de pie mejora la circulación y la proyección de tu voz. Una sonrisa coherente con el texto aporta dinamismo y entusiasmo a tu presentación.
- Practica y haz anotaciones: Conoce el texto antes de tu presentación, subraya puntos clave y anota la pronunciación fonética de palabras difíciles. Practica especialmente con cuentos infantiles, que ofrecen expresividad y tensión.
- Evita leer protocolos de inicio y cierre: Agradece de forma conversacional sin leer, dando paso directamente a la lectura. Al finalizar, despídete sin leer. Excepción: si hay palabras de otro autor o presentación de títulos.
- Maneja los errores con naturalidad: Si te equivocas, como al trabarte con una palabra o saltarte un párrafo, discúlpate brevemente y continúa desde el punto donde te quedaste.
Fuente: Álvaro Gordoa. Consultor en Imagen Pública, rector del Colegio de Imagen Pública. Autor de los libros Imagen Cool, El Método H.A.B.L.A y La Biblia Godínez.