¿Cuántos de ustedes han escuchado sobre las parafilias y cuántos de ustedes entienden la diferencia entre las sanas y las no tan sanas? Aquí les vamos a explicar.
Claudia Rampazzo, les viene a explicar qué son las parafilias y como es que ayudan a tener una vida sexual plena y sin tantos prejuicios.
Las parafilias en la sexualidad humana
Una investigación llevada a cabo por la Universidad de Quebec en Trois-Rivières y el Institut Philippe-Pinel de Montréal que encuestó a mil 40 personas de entre 16 y 64 años, descubrió que casi la mitad de los encuestados tenía deseo de experimentar al menos un comportamiento considerado parafílico, y alrededor del 30% había participado en un comportamiento sexual de esta índole al menos una vez.
El fetichismo y el masoquismo fueron las más comunes. La necrofilia y la zoofilia son extremadamente raras. Según una investigación publicada en la Universidad de Belgrano, la prevalencia de parafilias es mucho mayor en hombres que en mujeres y más del 50% de las parafilias se inician antes de los 18 años.
De acuerdo con esta misma investigación, el exhibicionismo, el voyerismo y la pedofilia, son las parafilias más comunes en los hombres. En cuanto a las mujeres, el masoquismo es el más frecuente.
¿Qué son las parafilias?
Las parafilias pueden definirse como la excitación sexual que se produce mediante el uso de determinados objetos, situaciones o el no consentimiento de otras personas. Son medios de lograr una excitación sexual que, normalmente, se encuentran fuera del alcance de los intereses sexuales habituales.
Todo ser humano tiene «parafilias» o «fetiches» normales y saludables como sería un hombre heterosexual que siente preferencia hacia las mujeres morenas sobre las pelirrojas o hacia las gordas sobre las delgadas, y viceversa. Estos patrones sexuales pueden incluir no solo aspectos físicos sino objetos —ropa, lencería, uniformes, etc.
El fetiche se torna patológico cuando se sobrevalora uno de estos objetos individuales, por ejemplo, los zapato. No existe un consenso para establecer un límite preciso entre el interés sexual inusual y la parafilia.
Incluso existe debate sobre si alguna de las consideradas parafilias deberían figurar en los manuales de diagnóstico o no. El número y taxonomía de las parafilias también es controvertido; algunas fuentes listan hasta 549 tipos de parafilias.
Las definiciones más usuales recogen comportamientos como:
- la pedofilia,
- el sadismo,
- el masoquismo,
- el exhibicionismo,
- el voyeurismo,
- la zoofilia,
- la coprofilia,
- la necrofilia,
- el fetichismo,
- el frotismo,
- la podofilia,
- dendrofilia, entre otros.
Algunos tipos de parafilias según el Libro de Asociación Estadounidense de Psiquiatría (el DSM-5)
El DSM-5, entre otros muchos trastornos psicológicos, contempla ocho formas principales de excitación sexual atípicas o inadecuadas, es decir, de tipos de parafilia. Dentro de estas ocho, se podrían establecer dos grandes grupos. En uno de ellos se incluirían aquellas en las que la anomalía se sitúa en el objeto de la excitación, y en el otro, en la conducta necesaria para lograr la excitación.
Trastorno de voyeurismo
Se refiere a la excitación sexual proveniente de la observación de otras personas mientras se están desnudando o incluso manteniendo relaciones íntimas, sin que sepan que otros las están mirando. Para que se cumpla este cuadro, el individuo que encuentra excitación en el voyeurismo debe ser mayor de edad y debe llevar sintiendo dicho deseo desde al menos seis meses.
Otro criterio a cumplir es haber practicado el voyeurismo al menos alguna vez, o bien que el deseo esté provocándole un sufrimiento que interfiera en alguna faceta de su vida.
Trastorno de exhibicionismo
En este caso la excitación no proviene de ver a otras personas desnudas, sino de que otros le vean las zonas íntimas a uno mismo, sin el consentimiento, es decir, de manera súbita.
El DSM-5 realiza una distinción entre tipos de exhibicionismo, en función de si la persona en cuestión se excita mostrando sus genitales a personas adultas, a niños, o bien a todo tipo de personas, sin importar su edad o madurez sexual. Igualmente, establece como criterios el haber padecido este deseo durante un mínimo de seis meses y haberlo practicado alguna vez o bien sufrir malestar a causa del deseo irrefrenable.
Trastorno de masoquismo sexual
Los individuos con este cuadro encuentran la excitación sexual en aquellos actos íntimos en los que son humillados, se les causa dolor o carecen del control. Estas personas pueden gozar en situaciones en las que son atados, golpeados o torturados para mantener relaciones sexuales. Esta parafilia se destaca por ser la que más se diagnostica en mujeres.
Trastorno de pedofilia
Se refiere a la excitación sexual con los niños. Para encajar en este diagnóstico, el DSM-5 establece como criterios el tener al menos 16 años de edad, que la víctima sexual tenga al menos 5 años menos que el agresor, y haber experimentado dicha parafilia durante al menos 6 meses.
Trastorno de fetichismo
Es uno de los tipos de parafilia más amplios. Se refiere a la excitación sexual a causa de un elemento concreto que está presente durante los actos sexuales, pero puede ser de un ámbito muy diverso. Se puede referir a un tipo de vestimenta concreta, tanto en él como en su pareja sexual.
También al uso de ciertos objetos o elementos en el momento de mantener relaciones. Incluso puede referirse a la excitación al intimar con personas que tienen unas características físicas muy determinadas, pudiendo incluso ser alteraciones corporales.
La extensión del término fetiche es tan amplia que resulta complicado establecer ciertos límites a la hora de considerar qué es y qué no es uno de estos elementos.
¿De dónde vienen?
La teoría de que las parafilias surgen por abusos sexuales no está del todo probada la idea de que todos los pedófilos fueron objeto de abusos cuando eran niños no está del todo comprobada, aunque se han encontrado correlaciones entre personas que sufrieron abuso sexual y luego repitieron este abuso en otros.
Aun así, ni todos los abusadores fueron abusados, ni todos los abusados se vuelven abusadores. No obstante, el psicoanálisis postula que los traumas infantiles pueden generar conductas patológicas posteriores, a través de un mecanismo psíquico que denominan compulsión de repetición y que podría explicar el origen de algunas parafilias.
Fuente: Dra.Claudia Rampazzo. Estudió Medicina en la UNAM. Terapeuta familiar, de pareja y terapeuta sexual. Médica asociada del Hospital Español. Autora de la Guía de la Entrepierna, Prostitución Marital, de Grijalbo.
TW: @drarampazzo // IG:@laverdaderaclaudiarampazzo // Hospital Español 55 52 03 11 79
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