Si andan con el agobio por tanta noticia catastrófica les vamos a explicar sobre ¿cómo lidiar con tu sensibilidad frente a lo que pasa en el mundo?
Invité al Dr. Pablo León, médico cirujano especialista en psiquiatría y neuropsiquiatría para que nos hable sobre cómo lidiar con la sensibilidad y todo aquello que está pasando en el mundo.
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Michigan, la Universidad de Chicago y la Universidad de Indiana entre más de 10.400 personas procedentes de 63 países, Ecuador ocupa el primer lugar de los países más empáticos del mundo, y luego se ubican Arabia Saudita, Perú, Dinamarca y Emiratos Árabes Unidos.
La lista de los 10 más empáticos la completan Corea del Sur, Estados Unidos, Taiwán, Costa Rica y Kuwait. En el otro extremo, el de los países menos empáticos, los investigadores ubicaron a Lituania, Venezuela, Estonia, Polonia y Bulgaria. Luego aparecen Finlandia, Eslovaquia, Letonia, la República Checa y Rumania. Los mexicanos ocupamos el lugar número 14 de la lista.
La investigación encontró que en las sociedades con mayor empatía también hay niveles más altos de colectivismo, amabilidad, responsabilidad, autoestima, emotividad, bienestar y una mayor disposición hacia lo social. Un estudio realizado por Iberpsicología: Revista Electrónica de la Federación Española de Asociaciones de Psicología, indicó que las mujeres son más empáticas que los hombres.
Un estudio publicado en Journals of Gerontology: Psychological and Social Sciences, asegura que la evolución de la empatía humana a lo largo de la vida adulta tiene forma de «U» invertida, alcanzando su máximo en torno a los cincuenta años de edad, mayor a la que tenemos como jóvenes o ancianos.
¿Cómo lidiar con tu sensibilidad frente a lo que pasa en el mundo?
Definición: La empatía es la capacidad que permite a las personas comprender y sentir las emociones de los demás, lo que resulta en un comportamiento compasivo que nos permite responder al sufrimiento de los demás. Desempeña un papel crítico en las relaciones interpersonales y en la sociedad, facilitando el intercambio de experiencias y promoviendo el comportamiento social.
¿De dónde viene?
En el pasado, se pensaba que la empatía era una característica innata, pero la investigación ha demostrado que puede enseñarse. El cerebro humano está diseñado para la empatía, a pesar de la idea de la «supervivencia del más apto». Nuestra capacidad para percibir y resonar con el sufrimiento de los demás nos motiva a responder con compasión.
¿Para qué sirve?
La supervivencia de nuestra especie depende de la ayuda mutua, y proporcionarla reduce nuestra propia angustia. La investigación en neurobiología ha cambiado la percepción de la empatía, mostrándola como una competencia basada en la neurobiología.
La empatía ayuda a conectar a las personas entre sí. La empatía afectiva tiende a ocurrir más fácilmente entre miembros de la misma «tribu». Las personas sienten más empatía por aquellos que se parecen a ellos, han sufrido de manera similar o comparten un objetivo común.
La capacidad de empatía puede disminuir cuando las personas están emocionalmente sobrecargadas, abrumadas, explotadas o agotadas debido al esfuerzo emocional requerido.
Bases cerebrales
Las neuronas espejo son uno de los descubrimientos más importantes de la última década en la neurociencia. Básicamente, las neuronas espejo responden a las acciones que observamos en otras personas. Lo interesante es que estas neuronas se activan de la misma manera cuando recreamos esa acción nosotros mismos.
Además de la imitación, son responsables de una variedad de comportamientos emocionales y procesos de pensamiento humanos. Se ha establecido una conexión entre defectos en el sistema de neuronas espejo y trastornos como el autismo.
Las neuronas en espejo son la base biológica de la “teoría de la mente” Esta teoría sugiere que los seres humanos pueden crear en sus mentes un modelo de los pensamientos y las intenciones de los demás. Podemos predecir lo que piensan y lo que harán los demás. La idea central de la teoría es que los seres humanos anticipan y comprenden el comportamiento de los otros activando procesos mentales que, si se llevaran a cabo, producirían un comportamiento similar.
¿Qué hacer cuando la empatía nos abruma?
- Automonitoreo: Las emociones que estoy experimentando ¿Son mías o son del otro?
- Ajuste de perspectiva: Pasar de ser solo un “recipiente de emociones” a ser un observador activo.
- Diferenciar cuando los problemas son de otros: No podemos controlar las emociones de los otros y la mayoría de las veces no puedes solucionar sus problemas.
- Hacerte la pregunta correcta: en vez de dejarte sobrepasar por las emociones de otros, puede preguntarte ¿cómo puedo ayudar?
- Exposición “controlada” a las noticias de tu entorno.
- Hacer conciencia de tus emociones y de lo que las provocó al final del día.
¿Qué hacer para mejorar la empatía?
- Contacto visual
- Poner atención a los músculos de la expresión facial
- Postura corporal
- Identifica el estado afectivo del otro
- Atención al tono de voz
- Escucha sin prejuicios.
- Atención a tus propias respuestas emocionales
Fuente: Dr. Pablo León. Médico cirujano especialista en psiquiatría y neuropsiquiatría. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores y jefe del laboratorio de psiquiatría experimental del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía.
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