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Lanzamiento Moi: Love Issue

Niño herido, adulto jodido, dinero y amor, mitos y verdades del sexo… ¿qué tanto de lo que dice la gente es verdad? Y todo para salvar su relación (o no).

enero 31, 2017

Aura Medina De Wit
Psicoterapeuta
Consulta a nuestra especialista

Anamar Orihuela
Psicoterapeuta
Consulta a nuestra especialista

Blanca Juana Gómez
Directora General de MMK Group
TW: @blancajuana

Fernanda Gutiérrez Kobeh
Jefa editorial revista Moi
TW: @ferkobeh

NIÑO HERIDO, ADULTO JODIDO 

• No tienes mala suerte en el amor, son heridas de tu infancia que no has curado y que están destruyendo tus relaciones de pareja. ¿Cuál es la tuya?

“No soy suficiente para nadie”.

RECHAZO

• No significa que tus papás no te hayan querido, es una herida que empieza en el vientre materno por alguna circunstancia difícil y que se refuerza en los primeros años.
• Es un sentimiento de hostilidad con el que vives y entiendes el mundo, y obvio hace que crezcas pensando que no tienes afecto ni vínculos emocionales fuertes.
• Si te la vives rechazando tus cualidades y lavándote el coco de que haces todo mal, que no eres parte de nada y que eres cero importante en la vida, piensa otra vez.

Antídotos

Confía en tus capacidades.
• ¿Qué es lo que mejor sabes hacer? No importa si son galletas de chocolate o análisis financieros millonarios.
• Acéptate como eres. A quién le importa si tienes un par de kilos de más o si no te sabes de memoria la filosofía romana, si eres amable, chistosa, elocuente…
• Abre la boca. Si algo no te parece, por el amor de Dios, ¡dilo! Sacúdete el miedo de que piensen mal de ti
• Sé parte de algo. Clases de zumba, de pintura, un equipo de running, el club de lectura de la oficina, hay algo para todos los gustos en la viña del Señor, nomás decide a qué tren quieres treparte.

“No puedo confiar en ti”.

 

TRAICIÓN

• Si tuviste una mamá ansiosita y jamás tuviste paz porque siempre te sentiste en peligro, es fácil que crezcas con pánico de confiar en alguien a la hora del amor.
• La traición es una herida típica de los niños que sufrieron:
• El divorcio o la ausencia de sus papás
• Tuvieron que enfrentar cosas tremendas de chavitos
• No se dan derecho a ser vulnerables ni a recibir
• Sus vínculos emocionales nomás no pegan y se la viven saltando de una pareja a otra.

Antídotos

Dale importancia a lo que quieres.
• Si quieres llorar, pues llora. Si quieres mentar madres, OK, desahógate, pero no rechaces lo que sientes.

Comunica tus necesidades.
• Si te da pavor hablar de tus broncas, a veces funciona escribir, como que se te quitan las penas y avientas todo lo que traes guardado.
Confía. Cuando dudes en confiar, busca una cosa buena que tenga esa persona y de la que igual tú cojeas.
Disfruta el aquí y el ahora. Suena megacursi, pero es neta. Nunca sabes qué te va a faltar mañana.
Ten miedo. Y luego aprende a superarlo. ¿Pánico a las alturas? Tírate del bungee; lo peor que puede pasar es que te desmayes del susto.

“Nunca voy a dejarte”.

Escucha el podcast: Transforma tus heridas de la infancia 

HUMILLACIÓN

• Tal vez hubo una cosa insignificante que te hizo sentir que algo estaba mal contigo, un “ay, qué bruta eres” de tu papá o un control total de tu tiempo y decisiones cuando eras chiquito.
• Pasa sobre todo con los niños fuera del matrimonio o quienes sufrieron algún abuso y sienten que no merecen ser respetados.
Los adultos heridos de humillación hacen por otros lo que no son capaces de hacer por ellos mismos, se autocritican y son sus peores verdugos.

Antídotos

Escucha a tu cuerpo. Si te sientes apagadón, come bien y haz un poco de ejercicio; si tienes el colesterol alto, bájale a la tragadera; si eres diabético, no comas dulces. Ya estás grandecito.
Ve al doctor. Si alguito te duele, ve sin dudar al doctor, igual no es nada pero en una de esas te estás ahorrando el infarto.
Cuélgate la medalla. Siente orgulloso de cada cosa que logras, háblate con palabras bonitas y échate porras aunque parezcan cosas tontas como correr un kilómetro más o no gastar en tonterías.
Pon límites. Deja de decir que sí a todo. Ya estuvo, ¿no?

“Jamás me voy a perdonar este error”.

INJUSTICIA
• Si tuviste papás mega autoritarios y estrictos que no te dieron chance de ser niño, de jugar y de equivocarte, no aprendiste a ser auténtico y crees que la única forma en que alguien va a quererte es si eres Señorita Perfección o El Súper Hombre. CERO.
• Estos niños se convierten en adultos rígidos, autoexigentes y competitivos que viven comparándose con los demás sin permiso a equivocarse.

Antídotos

Mete la pata. Te juro que el mundo no se va a acabar si un día tu casa no está impecable, si no estás perfectamente peinada o si no fuiste un dulce con todas las personas a tu alrededor.
Olvida la rutina. Haz actividades que disfrutes, que te recuerden que eres bueno en otras cosas que no son tu obligación; no se trata de sacar calificaciones perfectas o hacer de cenar un banquete diario.
Adopta un perro. O apapacha al sobrino, lo que sea para revivir poco a poco la llama de niño que se apagó tan temprano. Juega a las muñecas, tira una bola por horas, o de plano échate en el pasto a ver las nubes.

“Si me deja me muero”.

ABANDONO
• No estoy diciendo que te aventaron al río en una canastita, se trata del abandono a nivel afectivo, la ausencia de un vínculo emocional sólido.
• Los adultos que se relacionan a través de esta herida son necesitados, miedosos y tienen relaciones dependientes en las que olvidan sus necesidades y siempre actúan como víctimas; si todo te da miedo y no eres capaz de ponerte límites, resetea tus emociones.

Antídotos

Comprométete. Con lo que dices, sientes y necesitas; “ya no voy a buscar relaciones que me hagan daño” no puede ser nada más un lamento de corazón roto, tienes que realmente trabajar por ello.
Termina lo que empiezas. No importa si es un libro, lavar los trastes o la psicoterapia.
Haz amistad con la disciplina. No voy a comer pan es no voy a comer pan. El compromiso es contigo, hónralo.
Bájale a la queja. Qué flojera esa gente que nunca tiene nada que decir porque cree que todo está mal; practica decir dos cosas buenas cada vez que te caches quejándote.

LET’S TALK ABOUT MONEY, HONEY 

• El dinero es la tercera causa de divorcio y uno de los peores asesinos de las relaciones de pareja.
• Si van a empezar a planear una vida juntos, por más que amen al fulano o fulana no se les puede olvidar que, “cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana”. No caigan en errores como:

EVITAR EL TEMA:
• Una investigación realizada por el Dr. Terri Orbuch Ph.D., conocido en Estados Unidos como “The Love Doctor”, reporta que 7 de cada 10 parejas tienen tensiones fuertes por temas de lana.
• Es lo más paradójico que por evitar el tema tengan broncas voluntarias.

CONFUNDIR CONFIANZA CON AMOR

• Una cosa es ser pareja y otra es no poner límites; como decía mi abuela: “Cuentas claras, chocolate espeso”. Si tu pareja te pide un préstamo o te propone juntar el dinero de los dos en una cuenta, deja las condiciones claras y por escrito.
• No se vale ofenderse por esto, es simplemente para ahorrarse muchos dolores de cabeza y discusiones sin fin.

Escucha el podcast: ¿El dinero nos hace felices? 

PONER EL CUERNO FINANCIERO

• Ya sea, que uno de los dos gaste sin avisarle al otro. Por ejemplo, se casan y deciden ahorrar para un depa y a los tres meses uno de los dos da un enganche para un coche carísimo, “de sorpresa”. Bye, confianza, y bye, matrimonio.
• Un estudio en Estados Unidos reveló que las parejas tienen más problemas cuando no se consultan gastos mayores de 150 dólares.
• Entonces: una blusa, no hay bronca, una tele de 89 pulgadas, habrá bronca.

GUARDAR LAS DEUDAS EN EL CAJÓN

• Las deudas no se pueden ni se deben ocultar porque a la larga crecen sin control hasta que no podemos hacer nada.
• Las deudas pueden destruir la mejor de las relaciones. No importa cuánto amor hay en una pareja, si uno de ellos está poniendo constantemente a la pareja en deuda, es muy probable que eventualmente la relación se destruya.

SENTARSE EN SUS LAURELES

• Que como es el hombre va a asumir los gastos fuertes, que como gana más ella paga la renta… Cero.
• Esta idea de que la obligación de mantener al otro depende del género o del sueldo solo hace daño; cada pareja funciona de diferente manera, pero te aseguro que si uno siente toda o la mayor parte de la carga económica sobre su cartera, despierta tensiones y resentimientos.

RECOMENDACIONES PARA NO MATARSE

Descubran sus traumas

• Muchas veces los pleitos alrededor del dinero tienen más que ver con asuntos de control, miedos, autoestima y amor.
• Piensa cómo eran tus papás con el dinero, qué papel jugaba cuando estabas creciendo y cómo eres tú con la lana antes de proyectar tus broncas pasadas.
• Si a ti te da pánico quedarse pobres porque en tu casa siempre hubo inseguridad pero a tu pareja eso de hacer un presupuesto le suena muy controlador, empiecen por hablar de eso.

Escucha el podcast: ¿Se vale guardar secretos en la pareja? 

Sin gritos ni sombrerazos

• Si se esperan a mentarse la madre porque uno gasta como sultán y otro es un codo, la relación va a valer.
• Encuentren un momento en el que no estén cansados ni enojados para hacer números en calma; analicen cuánto tienen y cuánto gastan; sin culpar, sin acusar y hablando bonito pero firme.

El otro también tiene su corazoncito

• Hasta en esto somos diferentes las damitas y los caballeros: las mujeres ven el dinero como un signo de estabilidad y seguridad, ahorran para emergencias y se angustian más con problemas económicos.
• Los hombres toman más riesgos y ven el dinero como una amenaza para su autoestima.
• Entiende a tu pareja y encuentren un punto común para comprometerse.

Un “hasta aquí” no le hace daño a nadie

• Tengan reglas claras: pongan una cantidad que puedan gastar sin consultar al otro (como el súper) y pónganse de acuerdo en el resto de los gastos grandes (un coche, una casa, un viaje, un seguro de vida).
• Ya de paso, armen entre los dos un presupuesto, para que sepan en dónde están parados respecto a la lana.

Escucha el podcast: Parejas en confianza 

¿Y ora qué?

• Si tú eres puro glamour, shopping cada mes, carro del año y los mejores restaurantes, te va a costar mucho trabajo tener una vida con alguien a quien le importa más ahorrar para el futuro.
• Si desde antes deciden qué tipo de vida van a tener y en qué se vale gastar, pueden planear a futuro.
• Si se pone fúrico cada vez que compras un trapito porque “eso iba para el fideicomiso universitario de los hijos que aún no tienen”, ponte alerta.

CUIDADO SI…

NO TE DICE CUÁNTO GANA
• Porque no es problema de confianza.

TIENE DEUDAS
• ¿De cuánto?
• ¿Por qué no las ha pagado?

enero 31, 2017