Hace poco me preguntaron cómo había logrado convertirme en una mujer poderosa en un mundo dominado por los hombres. Querían saber si no me sentía intimidada, retada al tener que prosperar en mundos predominantemente masculinos. Querían, básicamente, que diera un consejo para ayudar a otras mujeres a encontrar su poder. Y contesté lo que pienso:
Soy una mujer que no está obsesionada con su género. Soy una mujer que no está pensando todo el día, todo el tiempo que soy una mujer en un mundo dominado por los hombres.
Soy una mujer que cree en el “poder auténtico” y como dice Gary Zukav en su libro El Asiento del Alma, ese poder interno es el único que nunca te pueden arrebatar. No está en cómo te ves, no está en lo que tienes. El verdadero poder consiste en alinear lo que haces con tu verdadero propósito en este mundo. El poder radica en poner todo lo que eres al servicio de tu alma.
Nuestras vidas mejoran cuando servimos a los demás. ¿Cómo usamos lo que nos fue entregado, desde nuestro talento, hasta nuestros talentos para ponerlo al servicio de algo más grande que nosotros? ¿Cómo lo usamos para empoderarnos? El verdadero poder se mide, desde mi perspectiva, con las vidas que has podido tocar, con las vidas a las que has podido contribuir.
Así que creo que el poder no es algo que se nos otorga o se nos quita, es algo que nos corresponde a cada una de nosotras habitar, con un profundo sentido, sabiendo que ahí pertenecemos. Más allá de solo pensar que somos mujeres, concentrémonos en invertir nuestro tiempo y nuestra energía en encontrar este poder, que no está en ningún lado, más que en nosotras.
Porque si uno no ha resuelto este tema, por más oportunidades que se nos den, por más asientos que nos ofrezcan, no nos vamos a poder sentar en esa mesa, no vamos a poder usar nuestra voz.
Dejemos de pensar que somos mujeres y trabajemos en nuestra autoestima, en nuestro valor personal, en nuestro umbral de merecimeinto, en creernosla, en encontrar, vivir y explotar nuestro verdadero poder. Solo así te paras en este mundo en otro lugar, el único lugar y el más importante: el que te corresponde a ti.
