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pelear frente a nuestros hijos ¿tiene consecuencias?

bbmundo: pelear frente a nuestros hijos ¿tiene consecuencias?

¿Pelear frente a nuestros hijos tiene consecuencias? Julia Borbolla les dice qué onda con esto y cómo evitarlo. Expertos de la UNICEF aseguran que los niños que presencian agresiones verbales y físicasexperimentan una sensación de angustia que luego se transforma en sentimientos de rabia, tristeza o miedo. Un estudio de la Escuela Steinhardt de Cultura, […]

octubre 5, 2022

¿Pelear frente a nuestros hijos tiene consecuencias? Julia Borbolla les dice qué onda con esto y cómo evitarlo.

Expertos de la UNICEF aseguran que los niños que presencian agresiones verbales y físicasexperimentan una sensación de angustia que luego se transforma en sentimientos de rabia, tristeza o miedo.

Un estudio de la Escuela Steinhardt de Cultura, Educación y Desarrollo Humano de la Universidad de Nueva York deja claro que pelearse en presencia de nuestros hijos altera sus facultades para identificar y controlar sus emociones.

Además pueden experimentar una mayor frecuencia cardíaca y tener desequilibrios en las hormonas relacionadas con el estrés.

¿QUÉ ES LA «DIVORCITIS»?

Existe una “enfermedad” en los niños que amenaza con ser una nueva pandemia y se llama “Divorcitis”, esto surge a partir de ver a los padres pelear. No tiene que ver con el estado civil de sus padres, pueden estar viviendo juntos o separados

¿PELEAR FRENTE A NUESTROS HIJOS LES AFECTA DE ALGUNA MANERA?

Al principio esto genera un efecto de freno en los padres y facilita su reconciliación, pero conforme la relación se deteriora y aumenta la frecuencia de las discusiones, llega un punto en que los hijos ya no son capaces de frenarlas, y eso puede producirles una sensación de culpa e indefensión.

Los niños hombres, suelen manifestar efectos adversos a través de problemas de comportamiento, mientras que las niñas se implican más emocionalmente.

Los menores expuestos al conflicto pueden experimentar problemas de sueño, una mayor frecuencia cardíaca y tener desequilibrios en las hormonas relacionadas con el estrés desde una edad tan temprana como los seis meses. Tampoco hace falta que el conflicto sea fuerte: si los niños viven peleas menos intensas pero por un periodo frecuente, pueden desarrollar los mismos problemas.

Aunque las discusiones afectan a los hijos por igual, se pueden manifestar de distintas maneras en función de su edad, sexo o de la propia personalidad del menor. Los niños más chiquitos, con su lógica apenas creciente, sacan sus propias conclusiones de estos pleitos, y esas conclusiones, no son objetivas, sino que están impregnadas de miedo, tristeza, enojo y frustración:

Miedo: Porque sus padres son las columnas que sostienen su techo y si esas columnas se tambalean temen quedar en desamparo.

Tristeza: Por ver a las personas que más quieren lastimarse, gritarse,y agredirse

Enojo: Porque en el pensar del niño, alguno de los dos debe tener la culpa de lo que siente

Frustración: La mente infantil se cree omnipotente y tratan de reconciliar a los padres con sus buenas calificaciones o portándose excelente, y por supuesto, no lo logran.

¿QUÉ HAY DE LOS HIJOS GRANDES?

Con los hijos más grandes los pleitos entre sus padres los hacen actuar como jueces o como padres sustitutos con sus hermanos. La conducta de sus padres de alguna manera parece darles “permiso” de portarse mal ellos también y actuar de la misma manera agresiva y evasiva.

REGLAS DE ORO PARA EVITAR DAÑOS A LOS HIJOS

1.- Acepta que peleas y que sabes que eso no está bien ( es preferible aceptarlo que tratar de negar algo evidente)

2.- Aunque creas que dentro de tu cuarto cerrado no te escuchan SI LO HACEN. Los hijos se vuelven cámara de vigilancia de sus padres

3.- No busques que tus hijos sean de tu bando. Es como si les das a escoger entre sus dos ojos ¿cual te quito

4.- No uses de pretexto a tus hijos para tomar una decisión de pareja, por ejemplo: “No me divorcio por mis hijos “ y seguramente ellos no te piden que sigas viviendo amargada o infeliz

5.- Si tus hijos presencian malos momentos sería bueno que compartas también los buenos momentos, es decir los gestos de cariño y respeto si es que existen. Y si no existen, piensa en ellos, ¿qué es lo que quieres que aprendan de tu relación?

Fuente: Julia Borbolla, Psicóloga con 40 años de experiencia, imparte talleres para padres de familia y corporativos, Autora de “Sin dañar a terceros: El niño ante los conflictos de Papá y Mamá”, “Profesión Mamá: Adolescencia, la maestría”, Fundadora de la Clínica Grupo Julia Borbolla Psicología Integral, especializada en niños, niñas y adolescentes

T: 5556516988 y 55 56608763 // Web: juliaborbolla.com // TW: @GpJuliaBorbolla // FB: Grupo Julia Borbolla //  IG:@grupojuliaborbolla

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