Entre todas las chambas de tu cerebro, está la de mantenerte entre 36 y 37 grados centígrados. Esa es la temperatura que necesitan tus células para funcionar.
El control de la temperatura es tarea del hipotálamo, este reacciona a los cambios que reciben los sensores térmicos localizados en la piel, la médula espinal y otros órganos.
¡Calefacción incluida!
Cuando sientes frío, el hipotálamo produce calor a través de cuatro mecanismos:
1. Aumenta la termogénesis química, o sea, la capacidad que tienen las células de generar calor a través de reacciones metabólicas.
2. Libera hormonas que elevan tu temperatura, como noradrenalina, adrenalina, tiroxina y tiritonina, esta genera calor a través de movimientos corporales y es la responsable de que tiembles.
3. Vasoconstricción, el grosor de tus vasos sanguíneos se achica para que la sangre se concentre en los órganos vitales. Por eso la piel se te pone azul.
4. Eriza los pelitos de la piel para aumentar el aislamiento, ¿te acuerdas de la famosa piel de gallina?
Si tienes frío hasta en el metro en hora pico es:
1. Por ser mujer
Las mujeres sienten más frío porque, generalmente, su metabolismo es más lento y tienen menos músculo. Los músculos son como “máquinas” que generan calor con el movimiento.
2. Por la edad
Los venerables viejitos suelen tener más frío porque con los años se les adelgaza la piel, pierden músculo y grasa, y, para rematar, se les alenta el metabolismo… ¡Qué Golden years ni que nada!
3. Por la falta de lonjas
La grasa en el área abdominal es un protector térmico. Si eres muy delgado tendrás más frío, pero bueno, no se puede todo.
4. Por tener mala circulación
Si la sangre no fluye como debe, deja de llegar primero a tus extremidades, por eso traes los pies o las manos como paleta.
5. Por tener broncas de tiroides
Si todo el tiempo sientes frío, el problema puede estar en la tiroides, que se encarga de regular tu metabolismo. Entre más lento, más frío sientes.
Escucha el podcast Métele velocidad a tu metabolismo
6. Por traer las defensas bajas
Si sientes escalofríos o las piernas o brazos helados, puede que necesites reforzar tu sistema inmunológico. Tu organismo te está avisando, a través de la sensación de frío, que algo anda mal.