Les vamos a explicar qué onda con las señales que ayudan a detectar los trastornos alimenticios en los hijos y cómo es que podemos ayudarlos.
Aunque mucho se habla de los trastornos alimenticios en los hijos, adultos y hasta en los niños, poco se escucha de cómo detectarlos y cuáles son los síntomas que pueden percibirse tanto física como emocionalmente, por eso les damos algunos datos que sí o sí les van a ayudar a que detecten esas actitudes.
¿Qué es un trastorno alimenticio?
Un trastorno alimenticio, también conocido como trastorno de la conducta alimentaria (TCA), es una categoría de trastornos caracterizados por alteraciones graves en los hábitos y comportamientos relacionados con la alimentación y la percepción del peso corporal. Estos trastornos afectan tanto la salud física como emocional de quienes los padecen y pueden tener consecuencias graves si no se tratan adecuadamente. Existen varios tipos de trastornos alimenticios, pero los más comunes son:
Anorexia nerviosa: Se caracteriza por una preocupación extrema por el peso y el miedo intenso a ganar peso. Las personas con anorexia tienden a restringir severamente la ingesta de alimentos, lo que lleva a una pérdida significativa de peso y, en muchos casos, a una percepción distorsionada del propio cuerpo.
Bulimia nerviosa: Las personas que sufren de bulimia experimentan episodios recurrentes de atracones en los que consumen grandes cantidades de comida en un corto período de tiempo y, posteriormente, intentan compensar esos atracones a través de métodos inapropiados, como vómitos autoinducidos o uso excesivo de laxantes.
Trastorno de alimentación selectiva o restrictiva: Se da mayormente en niños pequeños y se caracteriza por la evitación de ciertos alimentos o grupos de alimentos debido a factores sensoriales o aversiones específicas.
Los trastornos alimenticios pueden ser causados por una combinación de factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales.
Los trastornos alimenticios en México y el mundo
En España aproximadamente uno de cada 20 jóvenes sufre anorexia o bulimia, en México se estima que el 25 por ciento de adolescentes padece en diferentes grados un trastorno de la alimentación; la mayoría de los casos, asociados con algún problema mental, por eso es súper importante el estar al pendiente de la alimentación de los hijos para que puedan ver si están padeciendo algún problema de estos.
Por su parte en Estados Unidos y de acuerdo con The New York State Department of Health, entre 5 y 10 millones de mujeres y niñas, así como un millón de hombres y niños sufren de desórdenes alimenticios, sin embargo, debido a que muchas personas sienten vergüenza o mantienen en secreto que tienen un desorden alimenticio, muchísimos de los casos no son reportados.
¿Cómo detectar un trastorno alimenticio en los hijos?
Los TCA afectan a personas entre 12 y 21 años, siendo más comunes entre los 15 y 18 años, por eso durante las vacaciones de verano, cuando los hijos están en la casa es más fácil notar las alarmantes señales, de acuerdo a los expertos, por ejemplo uno de los indicadores preocupantes incluyen evitar comer con la familia de forma constante, fluctuaciones frecuentes en el peso corporal y un uso excesivo de la báscula.
Otros cambios físicos que pueden estar relacionados con los TCA son:
- La palidez de la piel
- Pérdida repentina de pelo o que se les cae más de lo normal -aunque podría ser algo hormonal también-
- La aparición de vello grueso en el cuerpo
- Aislamiento social prolongado
- Cambios bruscos de humor
- Sensibilidad durante las comidas.
Es importante estar alerta si los adolescentes hacen ejercicio en exceso, van al baño inmediatamente después de comer, tienen alteraciones en el sueño, baja tensión arterial, sienten frío constante y muestran una preocupación excesiva por su peso e imagen corporal, lo que puede afectar su rendimiento académico y capacidad de concentración o de plano están tomando muchos laxantes o tés diuréticos.
En caso de observar alguno de estos comportamientos en los hijos, se recomienda contactar con un centro especializado para realizar un diagnóstico clínico, evaluar la gravedad de los síntomas y recibir un tratamiento adaptado a las necesidades específicas de cada persona, según lo recomendado por los expertos, si no saben a donde acudir, aquí les dejamos unas recomendaciones:
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