¿Cómo le hago para no volver con mi ex? Tere Díaz nos responde con unos espectaculares consejos que 100% debes seguir.
De acuerdo a Psychology Today, entre el 40 y 50% de las personas ha vuelto alguna vez con una ex pareja. El estudio “Relationship Churning in Emerging Adulthood” encontró que el 53% de las personas entre 17 a 24 años de edad, admiten haber tenido relaciones sexuales con un ex.
Según una investigación realizada por la Universidad Estatal de California en Sacramento, las parejas casadas que se reencuentran después del divorcio tienen un 72 % de posibilidades de permanecer juntas de por vida
¿CÓMO LE HAGO PARA NO VOLVER CON MI EX?
¿Qué genera una ruptura amorosa? Deseada o inesperada, genera un desequilibrio en el día a día e implica una adaptación a la nueva vida. Temores, dolores, rencores, y dudas, pueden surgir en la etapa posterior a la terminación y durar días, meses o incluso años.
Tener claridad (cuando uno toma la iniciativa de cortar) sobre las razones que derivaron en esa decisión, ayudará a quitarte las dudas y culpas. Por otro lado, si no eres la persona que decidió terminar (te terminaron), tu reto consistirá en superar el golpe al ego y en manejar el resentimiento ante la negativa del otro de continuar contigo un proyecto común.
SIEMPRE EXISTE LA TENTACIÓN DE VOLVER CON TU EX
Sin importar cuál es tu papel en la ruptura, siempre puede existir la “tentación” de volver con tu ex o simplemente la dificultad de continuar con tu vida, aquí algunas recomendaciones:
¡No le llames! Menos le ruegues, persigas o busques. Esto aplica en persona o redes sociales, evita ir a lugares que frecuenta y de preferencia deja de seguirlo en las diferentes apps, esto reduce la ansiedad.
Si te busca o te escribe… ¡No le contestes! Si ya se dijo lo que se tenía que decir no hay más explicación que dar. Para iniciar una relación se requieren 2 personas, para terminar basta con una persona que lo desee y decida.
Disminuye (temporal o definitivamente) los encuentros con sus amigos, familiares, colegas Con el pretexto de que tú también eres parte de la vida de esas personas, te puedes acercar a ellas con el interés de mandarle alguna señal o de indagar sobre su vida. ¡No sirve!
Escribe todo. Si sientes que te ganará el impulso de hacer algo de lo dicho en los puntos anteriores, escribe, tanto lo que quisieras saber o bien lo que deseas decirle. El enojo y la desesperación provienen de la amígdala cerebral, y cuando escribimos, hay un tránsito en los circuitos cerebrales que generan un tipo de “enfriamiento” emocional.
Ritual de azote. Hazlo todos los días, mientras lo sientas necesario. Destina un tiempo necesario y apoyate de alguna foto, alguna carta, cierta música, llora, enojate, escribe, grita, y demás, hasta que sientas que ya no puedes más o hasta que transcurra el tiempo prefijado. Para y recuerda que mañana lo puedes retomar.
No abras la herida. Evita propositivamente a lo largo del día conductas que te lleven a rumiar como poner la música que bailaban juntos, leer correos que se escribieron enamorados, sobar el boleto de avión que nunca usaron, abrazarte de la sudadera que te regaló, etc. El cerebro se puede entrenar para entrar y salir de tus pensamientos obsesivos.
Deshazte de todo. Sobre las pertenencias que tengas de la persona: Dejan una “puerta abierta” a tenerlo que ver o a tener que hablarle. Empaca, regala o regresarlas a través de una persona de confianza.
Crea proyectos. Una mente ocupada casi no extraña a nadie, enfócate en intereses, pasiones, labores, hobbies, proyectos que te entusiasmen y sobre todo que te den sentido.
Evita conductas de riesgo. Estas pueden llevarte a descuidarte física y emocionalmente, o bien, o llevarte a un autosabotaje.
Red de apoyo. Activa tu red de apoyo y tus relaciones sociales, la tengas cercana o la hayas descuidado.
¿CÓMO SANAR DESDE LA RAÍZ?
Atraviesa el duelo: El enojo, la culpa, la tristeza y la depresión, te toca sentir para poder sanar.
Revisa tus miedos y tus dependencias. ¿Qué te daba que no te puedes dar? Puede ser dinero, estatus, compañía o sexo y recuerda que nada de eso por sí solo, es amor.
Analiza los tabúes sobre la soltería, y sobre el fracaso amoroso. Muchas veces pesa más el “qué dirán” que el rompimiento en sí.
Reajusta cada tanto la historia de lo que sí hubo, de lo que fue, de lo que no marchaba. Una explicación del rompimiento actualizada aumenta la perspectiva de lo que pasó y da paz al corazón.
Trabaja en conseguir lo que necesitas para vivir como quieres. Aquí está el meollo del aprendizaje. Invierte en ti energía, tiempo, dinero.
Un clavo puede ayudar a sacar otro clavo. Lo que no significa que “ese clavo” sea la definitiva construcción de tu vida amorosa. Los amores de entretiempo permiten conocerte en tu dimensión erótico afectiva y volverte a poner en circulación para ver de que va el mundo allá afuera.
Si no lo superas y sufres profunda y ansiosamente, el tema tiene que ver más con un apego ansiosoque lleva a la codependencia o con un tema de obsesión o depresión. También si fuiste víctima de violencia física o psicológica puedes padecer indefensión aprendida y sentir que no puedes sola. La ayuda terapéutica y a veces psiquiátrica facilita la conquista de la autonomía emocional.
Un error se trabaja para aprender, no para repetirlo… Además de que la vida es un gran proyecto que no se agota en un amor.
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FUENTE: Tere Díaz, psicoterapeuta especialista en desarrollo personal y terapia de pareja. Autora del libro “¿Cómo identificar un patán?” y “¿Por qué nos mentimos si nos amamos?”. Sigue a Tere en IG: @terediazsendra / www.terediaz.com